Mesquita resaltó el hecho que nuestro país, con un tipo de interés de 8,5%, logró el objetivo de reducir la inflación –que en la actualidad se ubica en torno a la meta de 4%–, mientras que otros países como Brasil tuvieron que apelar a una tasa más elevada para lograr el mismo propósito, y a su vez, señaló que desde Itaú esperan que la baja de la TPM continúe durante los próximos meses.
“Creo que (el BCP) va a continuar con el ritmo de 25 puntos (básicos de reducción mensual), pero lo que me parece interesante es que Paraguay logró controlar la inflación con un tipo de interés de 8,5%, que es más bajo que la referencia en la que Brasil va a terminar su ciclo de baja. Entonces, es una economía que está logrando controlar la inflación con un tipo de interés más bajo”, manifestó.
Respecto al efecto que tendría la reducción de la tasa de interés del BCP en los tipos del mercado y en términos de la actividad económica, el experto señaló que la política monetaria opera con rezago, y que los efectos positivos se empezarán a notar luego de 12 a 18 meses, aproximadamente.
“Es parte de lo que los economistas llaman mecanismo de transmisión de la política monetaria, el Banco Central define una tasa de cortísimo plazo, que marca influencia sobre los préstamos, pero hay un rezago, algunos trimestres hasta que la economía empiece a sentir los efectos (del cambio) de política. Con una rebaja del tipo de interés en agosto, estamos hablando de que en el tercer trimestre del año que viene podría empezar a sentirse el efecto más fuerte”, señaló.
Específicamente, ante la consulta de si el ajuste de la TPM puede favorecer a la actividad económica para el 2024, indicó que el impacto se sentirá no solamente el año que viene, sino también el próximo. “(Puede ayudar) al producto interno bruto (PIB) del año que viene y de forma más importante al PIB del 2025”, consideró.
El BCP ajustó la tasa de política monetaria desde 8,5%, referencia que se mantuvo durante casi un año, a la cifra actual de 8,25% anual.