“La fase de reapertura deberá realizarse con gran cautela, controlando en todo momento los nuevos contagios. Tendremos que reorganizar nuestra vida, nuestros hábitos en el transporte, en el trabajo y en las actividades diarias”, afirmó el presidente de este instituto, Silvio Brusaferro, en una rueda de prensa.
Por ahora, el Gobierno italiano decretó el confinamiento nacional hasta el 3 de mayo para intentar contener el coronavirus, que causó ya más de 22.000 fallecidos en el país.
“Será necesario verificar los factores de riesgo dentro del lugar de trabajo y utilizar herramientas como el distanciamiento social” o incluso “barreras físicas”, añadió Brusaferro acerca de la etapa posterior.
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Destacó que las personas con síntomas son cada vez menos a medida que disminuye la curva de transmisiones a nivel nacional, pero pidió no bajar la guardia y subrayó que el número de infectados varía enormemente entre regiones.
Recomendó que durante la fase de desescalada, el país realice pruebas a la población porque “permitirán convivir con el virus” y mantener el nivel de contagios “por debajo de 1".
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El Instituto Nacional de Estadísticas italiano informó hoy que entre el 1 de marzo y el 4 de abril de este año se registró un aumento de las muertes igual o superior al 20% en comparación con la media del mismo periodo entre los años 2015-2019, si bien indicó que son datos parciales y que corresponden a unos 1.700 municipios.
El mayor aumento de muertes se refiere a hombres y personas mayores de 74 años, según el instituto.