Israel prepara una gran ofensiva para “conquistar” Gaza, confirmaron este lunes fuentes del Gobierno. Se trata de una estrategia más agresiva que contempla el desmantelamiento de Hamás y el desplazamiento de los palestinos hacia el sur del pequeño territorio.
“El plan incluirá, entre otras cosas, la ocupación de la Franja, la retención de los territorios y el movimiento de la población de Gaza hacia el sur”, dijo una fuente oficial israelí, pese a que el Ejército ya ocupa actualmente parte del sur del enclave con la reciente apropiación de la ciudad de Rafah.
Se acaban las incursiones
La nueva hoja de ruta, aprobada de forma unánime por el Gabinete de Seguridad, deja atrás “el método de incursiones” que las tropas aplicaban antes del alto el fuego para dar paso “a la ocupación y permanencia” en los territorios de la Franja.
Además, incluye “ataques poderosos contra Hamás, acciones que ayudarán a lograr una victoria decisiva”, agregó.
El ministro de Cultura israelí, Miki Zohar, en una entrevista con el medio público israelí Kan, aseguró que el objetivo de esta nueva ofensiva es “la ocupación completa de la Franja”, pese a que “ponga en peligro a quienes permanecen en cautiverio”, en referencia a los 59 rehenes israelíes (24 de ellos vivos) que Hamás mantiene cautivos allí.
“Hamás se dará cuenta de que no le quedará más remedio que devolver a los rehenes y exiliarse de Gaza”, agregó.
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Este nuevo escenario aleja la posibilidad de que pueda llegar a corto plazo un nuevo acuerdo de tregua, ya que la principal exigencia de Hamás es la retirada total de las tropas del enclave palestino.
Ayuda humanitaria
La reanudación de la entrada de comida, medicinas y combustible, bloqueada por Israel desde hace más de dos meses, se realizará con un nuevo esquema que busca “evitar que Hamás tome el control de los suministros”.
Israel pretende que se establezcan solo “cuatro o cinco” centros de distribución en el sur de Gaza, y potencialmente un centro adicional bajo el área militar de Netzarim (centro), una medida rechazada por todas las agencias de la ONU y oenegés en Gaza.
Este nuevo modelo israelí evita que la ayuda se almacene: Unos 60 camiones entrarían a diario –una décima parte de lo que entró diariamente durante el alto el fuego– con paquetes de 20 kilos de ayuda humanitaria, mayormente alimento, los cuales serán recogidos por cabezas de familia.
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Lo mismo ocurre con la comida caliente: Esta solo podrá salir de los centros de distribución del Ejército, sin la existencia de cocinas comunitarias como hasta ahora dirigidas por oenegés como World Central Kitchen o panaderías como las antes apoyadas por el Programa Mundial de Alimentos.
“Es peligroso, ya que obliga a los civiles a acudir a zonas militarizadas para recoger raciones, lo que pone en peligro su vida, incluida la de los trabajadores humanitarios, a la vez que afianza aún más el desplazamiento forzoso”, denunciaron en comunicado firmado por varios organismos.
Las oenegés aseguran temer brotes de violencia entre una población desesperada, además de arrestos arbitrarios en los puntos de distribución. Más de 400 trabajadores humanitarios han muerto, la gran mayoría por fuego del Ejército desde que comenzó la ofensiva en octubre de 2023, según las Naciones Unidas.
Fuente: EFE.