El calendario para abandonar la vacuna se fue modificando y la propuesta que temporalmente se aleja más apunta a aplicar las dosis por última vez en el 2026. Sin embargo, cualquier decisión se realizará en consenso entre el sector público y el privado.
Tras el conversatorio de esta semana sobre los desafíos de sector para los próximos años, el presidente de la Cámara Paraguaya de Carnes (CPC), Randy Ross, explicó que hay una fuerte presión de Brasil, que está dejando de vacunar y que además es un comprador importante, pero también habló del riesgo de perder clientes de Chile, Taiwán e Israel, que están observando de cerca la experiencia brasileña. “Con eso ya prácticamente el 70% de nuestros mercados de exportación están con esa idea de exigirnos a mediano plazo que levantemos la jeringa”, advirtió.
Se suma la Unión Europea, que si bien no es un comprador importante, sí importa más otros productos de origen animal que podrían ser alcanzados con las nuevas medidas.
En este sentido la CPC está de acuerdo en trabajar para dejar la vacuna antiaftosa a mediano plazo y así demostrar realmente la ausencia de circulación del virus. Por su parte, el titular de la Asociación Rural del Paraguay, Pedro Galli, recordó que en caso de un brote es el sector productivo el que recibe el mayor impacto y, tras la experiencia del 2011, en que se sacrificaron animales y se suspendieron exportaciones, aún no convence la propuesta de dejar la campaña de inmunización del 100% del rebaño.
Pero en simultáneo considera que el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal debe seguir trabajando en un plan para que, eventualmente, si los mercados realmente empiezan a presionar comercialmente, se active el abandono de la jeringa.
Ventajas. “Paraguay ocupa un lugar de importancia muy significativa a nivel internacional con los productos cárnicos, estamos entre los 10 primeros exportadores de carne del mundo, se exportan productos de calidad, pero exportamos realmente volumen”, reflexionó el presidente de la Organización Mundial de Sanidad Animal, Hugo Royg, tras el conversatorio de la cadena cárnica sobre los desafíos para los próximos años.
Se refirió a la posibilidad de aprovechar la calidad de la carne paraguaya para colocar a un mejor precio, teniendo en cuenta que actualmente tiene la cotización más baja de la región. Para Royg, esto se consigue con mayor confianza hacia el sistema de producción, que a su vez se podrá demostrar con un nuevo estatus, el de país libre de aftosa sin vacunación, certificado por OMSA.