Este reconocimiento marca un paso importante hacia la solución definitiva de la disputa, que involucra a pobladores locales, el grupo privado Cusabo Limited, y diversas instituciones estatales. Raúl Benicio Lagraña, presidente de la renovada comisión, liderará las gestiones para la regularización de tierras, con el objetivo de unificar las 30.000 hectáreas donadas por la Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial (conocida como la secta Moon) en 2007.
LARGA DATA. El conflicto se originó en el año 2000, cuando el grupo Cusabo Limited adquirió las tierras tras un fallo judicial que las otorgó a su favor. Desde entonces, las parcelas, divididas y distantes entre sí, han generado inconvenientes para los habitantes locales, quienes no pueden utilizarlas para actividades agrícolas o ganaderas.
Con el reciente reconocimiento, se abre la posibilidad de agilizar acuerdos preliminares con Cusabo Limited. La empresa privada ha manifestado, a través de una carta a la Procuraduría General de la República, su disposición a negociar un cronograma para la entrega de las tierras y su inscripción en el registro de propiedades.
El próximo paso será la firma de preacuerdos con la participación activa de las instituciones del Estado, como el Indert y la Procuraduría. Este proceso busca consolidar las donaciones y unificar los terrenos para que puedan ser utilizados en beneficio de los habitantes de Puerto Casado, promoviendo el desarrollo agrícola y ganadero de la región.
La regularización de estas tierras no solo solucionaría un conflicto histórico, sino que también abriría nuevas oportunidades económicas para los casadeños. La unificación de las parcelas permitiría el acceso a proyectos productivos que potencien la economía local y mejoren la calidad de vida en Casado. “Es hora de que estas tierras sirvan realmente para el bienestar de la comunidad”, señaló Lagraña. AM