A la tradicional ceremonia católica asistieron el presidente de la República, Santiago Peña y la primera dama, Leticia Ocampos; el vicepresidente, Pedro Alliana y esposa; y los ministros del Gabinete, además de otras autoridades. También estuvo el nuevo nuncio apostólico, Vincenzo Turturro y el arzobispo emérito, monseñor Edmundo Valenzuela.
En su mensaje, el cardenal Martínez valoró los avances en materia económica y, sobre todo, aquellas iniciativas que implican beneficios para el país como el acuerdo logrado con el Brasil sobre la tarifa de Itaipú, que posibilitará disponer de recursos adicionales para atender las urgentes necesidades sociales, “siempre que se apliquen de manera correcta y transparente”.
La positiva valoración del país permite abrir mercados para los productos nacionales y las posibilidades de atraer las inversiones que podrían contribuir al desarrollo.
MODELO ECONÓMICO. Sin embargo, “es necesario que encaremos la revisión del modelo económico vigente, que consigue crecimiento, pero sigue predominando la informalidad y no contribuye para mejorar significativamente la inclusión social y la calidad de vida de los sectores menos favorecidos”.
Mencionó que los datos oficiales indican que cerca del 42 % de los trabajadores ganan menos que el salario mínimo, que de por sí es insuficiente para cubrir las necesidades básicas, “con productos que suben de precio frecuentemente”. A esto agregó que la mayoría de nuestra población no tiene posibilidad de una jubilación ni acceso a salud pública o privada.
Invocó al economista y ex ministro de Hacienda Dionisio Borda, quien en su libro recientemente lanzado propone que la economía debe promover el crecimiento, la distribución del ingreso y la redistribución del ingreso, así como proteger el medioambiente en términos amplios, evitando el extractivismo.
INDEPENDENCIA El arzobispo afirmó que es imperativo que cada poder del Estado cumpla su rol constitucional y cuya condición básica es la independencia, el equilibrio, la coordinación y el mutuo control.
Otro imperativo, resaltó, es fortalecer y custodiar que el Ministerio Público y Poder Judicial mantengan su autonomía frente a los poderes fácticos; que la integridad ética de sus miembros sea indubitable para la ciudadanía y que su actuación se constituya en una garantía para el Estado de derecho.
“Una Justicia independiente será la mejor garantía para luchar contra la corrupción, el crimen organizado y la impunidad”, subrayó.
CIUDADANÍA. Así también, se necesita una ciudadanía consciente, organizada, articulada y con capacidad de indignación y de reacción ante los hechos que amenazan sus derechos fundamentales y la estabilidad de la República.
“La calidad de la democracia participativa depende de la calidad, vigilancia y coparticipación de sus ciudadanos”.
El cardenal exhortó a los líderes y actores sociales y políticos a fomentar la cultura del encuentro, del buen trato, a propiciar el diálogo entre paraguayos, a buscar consensos básicos que apuntalen el bien común.
“Las confrontaciones, la polarización, la intolerancia debilitan la cohesión social que necesitamos para encaminar nuestro destino como nación, como patria”, enfatizó.
El Paraguay libre, soberano, próspero y feliz que se quiere necesita de todos sus hijos unidos en torno a una visión común de país, más allá de las diferentes opciones políticas, de los grupos de intereses, o de las convicciones religiosas.
El arzobispo instó a dejar de lado las diversas formas de eliminar o de ignorar a los otros; “seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social, reconociendo la dignidad de cada persona humana”, exhortó.
Para Adalberto Martínez, construir sobre roca la Patria implica fortalecer la institucionalidad democrática de la República y trabajar arduamente a favor de una sociedad cohesionada en el respeto irrestricto de la dignidad humana, el trabajo, la solidaridad y el interés general, interpretado como el bien común. “Un Estado Social de Derecho se propone fortalecer servicios y garantizar derechos considerados básicos para una vida digna y plena de las personas que habitan en el suelo patrio, “priorizando a los más vulnerables pueblos campesinos e indígenas”.
El rezo del tedeum contó con el acompañamiento musical del coro Schola Cantorum y la Orquesta Sinfónica Nacional. Además de la presencia de varios sacerdotes de la arquidiócesis.
El cierre de la ceremonia fue con la interpretación de la polca kyre’y Gallito cantor, composición del creador de la guarania. “Que la música de José Asunción Flores, desterrado por sus convicciones políticas y muerto lejos de la Patria que tanto amó, siga resonando en nuestros corazones, recordándonos que nadie debe ser excluido de aportar su talento y su capacidad al servicio de la nación, y que todos somos hermanos”, expresó el cardenal.
Acceso universal a salud es un imperativo legal y moral
El acceso universal a la salud es un imperativo legal y moral, recordó ayer el arzobispo Adalberto Martínez en su mensaje por la Independencia patria, durante el tedeum en la Catedral de Asunción.
“No podemos seguir consintiendo que los enfermos y sus familias sean sometidos al calvario de buscar recursos (rifas, hamburgueseadas, polladas) para comprar insumos y medicamentos, conscientes de que la salud pública es responsabilidad del Estado”, afirmó. En este sentido, dijo que se recibe con beneplácito el anuncio hecho por el Ejecutivo de que se construyen y construirán varios hospitales equipados.
“Es importante no defraudar las expectativas y las esperanzas de la gente”, resaltó al respecto. El acceso gratuito y universal a la salud es un derecho largamente postergado, y que debería planificarse con procesos, a veces no tan inmediatos, que apunten a transformarse en políticas de Estado, animó. Destacó el gran aporte que realizan fundaciones y organizaciones sociales civiles del país y de naciones amigas, “que brindan ayudas allí donde no logra responder el sistema de salud del Estado”.
Hambre Cero: Habrá mirada a cada detalle
El arzobispo de Asunción, Adalberto Martínez, resaltó ayer el valor del proyecto Hambre Cero en las escuelas, impulsado y fomentado por el Ejecutivo, pero pidió que toda la ciudadanía este atenta en que en su puesta en marcha se cumplan con los requisitos de la transparencia e integridad. Principalmente, en los procesos de licitación para la compra de los insumos que serán necesarios para proveer de almuerzo escolar en las instituciones educativas públicas.
“Sería de gran ayuda humanitaria para mitigar las necesidades de alimentación y nutrición de los niños más carenciados del país”, valoró en su mensaje como parte del Te Deum, en la catedral de Asunción.
“Siendo un programa central de Gobierno, todos los sectores sociales, políticos, económicos y, especialmente, la ciudadanía tendrán una mirada cercana a cada detalle del proceso, para su eficiente implementación”, dijo.
Para el cardenal, la transparencia y la integridad de las licitaciones serán señales claras para evaluar la gestión de las autoridades responsables, en cada etapa del proceso.
“La información pública del avance de cada licitación es imprescindible”, insistió.
Por otra parte, en alusión a los 213° aniversario de independencia del país, Adalberto Martínez, afirmó que la independencia y la soberanía deben traducirse en crear las condiciones para que todos los compatriotas, o extranjeros radicados en el país, puedan satisfacer sus necesidades básicas conforme a la dignidad humana.
“Duele saber que en una tierra rica en recursos naturales y que produce alimentos para el mundo, haya cientos de miles que pasan hambre, que sufren desnutrición, que viven en ambientes insalubres”, lamentó.
Hambre Cero en las escuelas pretende universalizar el almuerzo escolar, en particular. La iniciativa del Ejecutivo comenzará a ejecutarse en 75 municipios. El manejo de los recursos estará a cargo del Consejo Nacional de Alimentación Escolar (Conae), que se creó por ley.
Presidente dijo que ajustan licitaciones
El presidente de la República, Santiago Peña, calificó como fundamental el control ciudadano en relación con la ejecución de la Ley Hambre Cero, que reemplazó a la ley de Fonacide que apuesta por ampliar la cobertura de la alimentación escolar con enfoque particular en el almuerzo.
“Es el pedido que hacemos todos nosotros a toda la ciudadanía, que constantemente estén vigilantes y que sean ese perfecto control que necesita todo gobierno, así que celebramos esas palabras”, expresó Peña tras culminar la ceremonia del tedeum.
La respuesta fue con relación a la manifestación del cardenal Adalberto Martínez, quien consideró que este proyecto ayudaría a mitigar las necesidades de alimentación y nutrición de los niños en situación de vulnerabilidad y que la transparencia se convertirá en un pilar fundamental para el éxito de la política de gobierno.
En cuanto a la implementación de la Ley Hambre Cero, Peña anunció que pronto se pondrán en marcha las licitaciones para dotar del alimento a las comunidades más vulnerables. Según sus cálculos, recién luego de las vacaciones, los niños en estado más vulnerable podrán acceder al beneficio.
“Hoy estamos en una fase muy importante de la implementación del programa Hambre Cero en las Escuelas; en los próximos días ya estaríamos lanzando las primeras licitaciones con el interés de que a la vuelta de las vacaciones de invierno, los niños de distritos más vulnerables ya puedan tener acceso a ese beneficio, que es algo tan básico, que es tener un plato de comida”, había dicho durante su reunión con el Consejo de Ministros.
Sobre el mensaje que hacía el cardenal en torno a las instituciones democráticas y la importancia en afirmarse, Peña contestó que “es un compromiso que tenemos como sociedad, de todos los estamentos civiles, económicos y, por supuesto, de nosotros”, afirmó.