La hepatitis es una enfermedad viral que causa inflamación en el hígado y puede generar cáncer de hígado, cirrosis e incluso la muerte, advierte la Dirección de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud Pública (MSP).
En el país, la enfermedad afecta a 866 personas y los hombres son los más afectados.
Un total de 95.546 pruebas para detecar hepatitis C se realizaron en el país durante el 2024, de las cuales 14 resultaron casos confirmados, según datos epidemiológicos actualizados presentados por el Programa Nacional de Control del VIH/Sida e ITS (Pronasida).
Asimismo, en el mismo periodo se realizaron 198.142 pruebas para detectar hepatitis B, de las cuales resultaron 852 casos confirmados. El 51% corresponde a diagnósticos en hombres y 49%, en mujeres.
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Los grupos etarios más afectados por la hepatitis B son las personas de entre 30 y 34 años (18%), seguidas por las de 35 a 39 años (14,9%) y, en tercer lugar, las de 25 a 29 años (14,4%).
El reporte reveló que el 74,7% de los casos de hepatitis B se identificaron en la población general, y 18,6% en hombres que tienen sexo con hombres.
También se observaron casos, aunque en menor proporción, en personas trans, trabajadores sexuales e integrantes de pueblos indígenas, según el informe institucional.
Las regiones con mayor incidencia de hepatitis B en el país son Alto Paraguay, capital y Canindeyú.
El Ministerio de Salud cuenta con pruebas de tamizaje, confirmación y medicamentos antivirales para el tratamiento efectivo de hepatitis B y C.
La hepatitis representa una elevada carga de enfermedad y mortalidad a nivel mundial. De acuerdo con los datos de OPS, se estima que el 78% de los casos de cáncer primario de hígado son debido a infecciones por los virus de la hepatitis B o C.
¿Cómo se transmite?
Las hepatitis B y C se transmiten por contacto con sangre infectada y otros líquidos orgánicos contaminados (semen, flujo menstrual, secreciones vaginales), a través de agujas, tatuajes, perforaciones, transfusiones sin control y por vía sexual, principalmente en personas con múltiples parejas. También se da la transmisión vertical (madre a hijo) durante el parto.
Los síntomas más comunes de la hepatitis son fiebre, cansancio, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura y coloración amarillenta de piel y ojos (ictericia).
En el caso de la hepatitis B se observan, además, heces claras y dolor en las articulaciones.
¿Cómo prevenir?
La hepatitis B se previene con vacunación. La primera dosis se aplica dentro de las primeras 24 horas de vida, seguida de 2 o 3 dosis adicionales. La vacunación es obligatoria para el personal de salud y grupos de riesgo.
Para la hepatitis C no existe vacuna, pero el tratamiento con antivirales es altamente efectivo. La detección precoz y el inicio oportuno del tratamiento previenen complicaciones como cirrosis y cáncer hepático.
Para protegerse de contraer el virus de las hepatitis B y C, es importante usar preservativos (condones) para relaciones sexuales seguras, no compartir agujas o jeringas.
Además, en caso de tatuarse o perforarse, optar por sitios autorizados, garantizar la esterilización adecuada de equipos médicos y odontológicos. Así también, realizarse pruebas de tamizaje en caso de pertenecer a grupos de riesgo. Es esencial seguir tratamiento en caso de diagnóstico positivo.