Carlos Peralta
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El actual ministro de Defensa, el general retirado Óscar González, quien se desempeñó como comandante del Ejército durante el Gobierno de Horacio Cartes, fue uno de los primeros en ser confirmados por Santiago Peña. En esta nota, admite que más del 85% del presupuesto destinado a las FFAA va para pago de salarios y que, por ende, se necesitan más recursos para llevar adelante una modernización en el órgano castrense, de modo a hacer frente al crimen organizado, al contrabando y al terrorismo, amenazas que ponen en vilo a nuestra soberanía. Dijo desconocer un supuesto malestar dentro de las Fuerzas Armadas por la posibilidad de que un militar retirado vuelva al servicio activo como comandante.
–¿Cómo encontró la institución?
–La verdad que muy bien, muy ordenada, el general Soto Estigarribia hizo un muy buen trabajo.
–¿Cuáles son los proyectos a corto y mediano plazo que buscarán llevar adelante?
–Tenemos previstas muchas inversiones por realizar para las Fuerzas Armadas sobre todo y para que el Ministerio de Defensa puedan cumplir con su misión. Para el Ejército equipar los batallones de empleo rápido, que sean operativos y que puedan ser empleados en cualquier punto del país, para eso debemos tener elementos mecanizados, blindados de desplazamiento. Para la Fuerza Aérea necesitamos radares para que puedan detectar aviones ilícitos, y en la Armada necesitamos de embarcaciones rápidas que ayuden a la Prefectura naval a controlar mejor los ríos.
–Desde hace tiempo se habla de un proyecto de modernización de las FFAA, pero siempre choca con el tema presupuestario. ¿Cómo está eso?
–Los planes de fortalecimiento de las FFAA son tan antiguos que cuando yo estaba en actividad ya estaban siendo preparados. Pasé a retiro, pasaron 7 años, pero nunca pueden ejecutarse por falta de presupuesto.
–¿Y en qué se gasta el presupuesto de las FFAA si no contamos con radar, no tenemos la tecnología suficiente, no contamos con barcos? ¿se gasta solamente en salarios?
–Falta incrementar el presupuesto de la Defensa, eso es categórico. Nuestro presupuesto de las FFAA y Defensa en un porcentaje altísimo va para sostener a los recursos humanos, salarios, bonificaciones, y queda muy poco margen para la inversión para compra de equipos, armamentos ni hablemos de tecnología.
–¿Está en los planes solicitar un mayor presupuesto? ¿Pudo hablar con el presidente sobre eso?
–Él tiene la firme decisión de apoyar a las FFAA. También nos pide que hagamos planes bien razonables, bien elaborados e independientemente que nos haya pedido mucha disciplina y mucha honestidad institucional. Él es consciente de que unas FFAA hiperactivas y bien entrenadas son verdaderos instrumentos para la defensa y la seguridad y eso tiene como consecuencia directa el desarrollo nacional. La seguridad integral y el bienestar general tienen que ir de la mano. No podemos pensar ir adelante si no tenemos seguridad. Y si no tenemos Defensa de nuestra seguridad interna va a ser de difícil aplicación.
–Pero seamos francos General, ¿no se está perdiendo soberanía ante el crimen organizado? En los últimos tiempos, el crimen organizado permea por todos lados y hace lo que quiere por aire, por agua y por tierra. El contrabando aumenta cada día y muchas veces por complicidad de militares.
–Eso que estás mencionando constituyen las nuevas amenazas. Nosotros tenemos que reconocer y elaborar hipótesis de conflicto y para enfrentar a esas hipótesis tenemos que tener nuevos entrenamientos, nuevas tecnologías, nuevos equipamientos. Ahora de que estemos perdiendo soberanía, no creo. Porque el crimen organizado hace que un Estado pierda soberanía cuando las propias autoridades ya no pueden ejercer sus funciones y hoy no ocurre eso. El flagelo del contrabando nos preocupa muchísimo.
–Muchos afirman que los operativos en el Norte son un fracaso, ya que aún no se halla a los secuestrados...
–En el Norte la presencia del Comando de operaciones Interna que mucha gente califica que no tuvo los resultados que se esperaban; sin embargo, si los objetivos estratégicos de estos grupos terroristas no fueron cumplidos. Ellos tenían como objetivo tomar el poder con las armas, urbanizar sus acciones militares, establecer núcleos en diferentes partes del país. Ahora están disminuidos y arrinconados y no tienen capacidad de realizar ninguna de sus acciones terroristas y a nuestro criterio está cumpliendo bien su misión. Pero de ninguna manera podemos cantar victoria.
–¿Se van a tomar otras estrategias en el combate al EPP y en la búsqueda de los secuestrados?
–Estamos siempre luchando con el presupuesto escaso. El CODI tiene un presupuesto de USD 7 millones y eso es escasísimo. Un elemento tecnológico que no voy a mencionar porque es reservado le va a costar al Estado fácilmente USD 20 millones. Y nuestro presupuesto es de USD 7 millones para un año. Hacemos lo que humanamente podemos porque no todo tampoco es tecnología, básicamente el ser humano es el que gana el combate.
–¿Piensa hacer lobby ante parlamentarios para solicitar mayor presupuesto?
–Primero tengo que convencerle al Poder Ejecutivo, al ministro de Economía. El presidente tiene la mayor predisposición, pero eso no es suficiente porque nosotros tenemos que presentar proyectos que realmente sean atractivos, que se note que va a ser una inversión que va a redundar en beneficio de la defensa. Después naturalmente eso tiene que ir al Congreso, es un desafío grande, pero que estamos asumiendo. Y a la ciudadanía le cuesta entender.
–En tiempos de paz como ahora, ¿para qué sirven las FFAA?
–Tenemos nuevas amenazas como el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo y el contrabando y para enfrentar tenemos que estar preparados con tiempo. La gente debe entender que entrenar y hacer que un personal militar esté preparado implica tiempo, es un proceso largo. Tenemos que asumir eso. Ya nos ocurrió con estos grupos terroristas que cuando atacaron nos costó reaccionar.
–Para los ascensos a las comandancias de las fuerzas que se tienen en cuenta? ¿También se tienen en cuenta cuestiones políticas?
–El plan de carrera. El comandante en jefe se mostró siempre respetuoso de la carrera del oficial.
–¿Es cierto que hay malestar en las FFAA por la posible vuelta de un militar retirado?
–Esa situación no se me puso en la mesa y no opino.
–El conflicto por la hidrovía, ¿hasta qué punto este conflicto puede escalar a nivel de las FFAA?
–Eso es algo que está en manos de la Cancillería.