Si bien, las críticas se centran primeramente en la reasignación de los recursos del Fonacide y royalties a un fondo especial denominado Fondo Nacional de Alimentación Escolar (Fonae), lo más grave que evidencia el proyecto es la exclusión del trabajo que realiza el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) en los programas de salud y nutrición que forman parte de la actual aplicación de la Ley de Alimento Escolar actual.
PEDIATRÍA. Ernesto Weber, presidente de la Sociedad Paraguaya de Pediatría, afirmó que no se debe eliminar el desayuno ni la merienda, sino lo contrario, fortalecerlos.
“Existen niños con riesgo de desnutrición o están desnutridos. Hay que darles un buen desayuno a los alumnos cuando llegan al colegio. También hay que determinar cuáles son los niños en riesgo de desnutrición y a aquellos niños darles desayuno, almuerzo y que lleven la merienda escolar a sus casas”, instó.
ESTUDIANTES. Aylen Barreto, coordinadora ejecutiva nacional de la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes), sostuvo que al almuerzo escolar le faltan más complementos.
Cuestionó que el Estado está pagando por un servicio que no llega para todos los alumnos.
“El tema de la merienda es insuficiente; es una ayuda, pero la leche, el pan o la barrita de maní que dan a los estudiantes, a la mañana o a la tarde, dependiendo del turno no alcanza porque muchos chicos van sin comer absolutamente nada, entonces falta más variedad, los coquitos y las chipas son muy duros y no se pueden consumir. Parece que se despilfarran recursos en insumos que los estudiantes no pueden aprovechar por la baja calidad”, comentó.
DIRECTORES. Miguel Marecos, presidente del Sindicato Nacional de Directores (Sinadi), afirmó que se debe garantizar a toda la población estudiantil la alimentación.
“Se debe mantener los dos (almuerzo y merienda). Además, si la cobertura es 180 días, creo que lograremos que los niños se queden en las escuelas”, sentenció.