El cráneo de 60 centímetros de longitud y 35 centímetros de ancho se conserva en “perfecto estado, como si el cetáceo hubiera muerto hace apenas unas semanas”, según informó el museo en un comunicado.
El material corresponde a un delfín ‘nariz de botella’ (‘Tursiops truncatus’), muy conocido por todos porque es la especie más cercana al hombre y se le puede ver en muchos acuarios del mundo. Su nombre común proviene de su particular nariz en forma de bulbo.
El género ‘Tursiops es un animal al que en la actualidad se encuentra en diferentes regiones del planeta, habita zonas costeras y amplios estuarios y frecuenta ambientes tranquilos, similares a los que se formaron en el delta del Paraná inferior durante la ingresión marina del Holoceno.
Durante la última ingresión marina al continente, ocurrida durante el Holoceno, entre unos 7.000 y 3.500 años atrás, el mar ingresó por el Río de la Plata y, ocupando el cauce del río Paraná, fue inundando todos los sectores bajos pasando Rosario (Santa Fe, este).
Por esta razón, suelen aparecer restos de diferentes animales que habitaron aquel ecosistema de estuario, como conchillas, ostras y restos fragmentados de ballenas.
“Es un registro extremadamente valioso, tanto por el animal del que se trata como por el lugar donde fue encontrado, ya que fue pescado en el riacho Baradero, a unos 400 kilómetros tierra adentro del litoral marítimo actual”, informó el Museo Paleontológico de San Pedro en un comunicado. EFE