Pedro Gamarra Doldan
Abogado – Investigador
La primera gran concentración de libros se dio en el Colegio de los Jesuitas, que reunió al ser expulsados, más de 1.000 volúmenes. La mayor parte se perdió en la dispersión de la Compañía.
Según los cronistas de la era francista, el Dr. Francia poseía hacia 1840, unos 300 volúmenes en sus anaqueles, algunos de ellos en francés, inglés y latín, idiomas que él manejaba. Y se estima que las bibliotecas de Don Carlos Antonio López, su hijo Francisco Solano López, el ministro José Berges, don Juan Andrés Gelly eran ricas y variadas.
La primera librería pública en nuestro país es la que habilitó en 1860 el Cnel. Dionisio Lirio, español llegado al país poco antes, traído de seguro por el maestro español Ildefonso Bermejo. Los libros se importaban de Francia, Inglaterra, en sus idiomas de origen para evitar la severa censura que imponía el gobierno de los López, aunque cabe decirlo que muchos libros se editaban en español, en París, usando el amplio espacio cultural, que se prodigaba en esa ciudad, como centro difusor del conocimiento. Lirio se presentó como voluntario durante la Guerra Grande y habría muerto en 1880.
La primera librería y editorial que tuvimos, fue abierta hacia los años 1893 a 1898, por los hermanos de Uribe, bajo el nombre de A. de Uribe y Compañía. A ese emprendimiento se sumó el Dr. Ramón de Olascoaga, profesor vasco-español, que introdujo el estudio de Economía y Estadística en la Universidad.
Esta editorial publicó grandes libros de autores paraguayos o de origen jesuítico colonial. La casa editorial poseía una muy buena librería; y puede decirse que fue el centro editorial y de encuentros de esa élite cultural que se llamó el “novecentismo”
Hacia 1880 se abre en Asunción la librería A la Ciudad de Berlín, del alemán Fischer; a este se suma, poco después Juan Quell, pasando la razón social a llamarse Fischer y Quell. Poco después Juan Quell compra su parte a Fischer, y ya instalado en el local clásico de venta de libros, en el “petit boulevard”, Palma y Alberdi, que fue pintado por don Ignacio Núñez Soler. En 1904, se asocia a la librería el Sr. Agustín Carrón, yerno de Quell, y el comercio pasa a llamarse Librería Nacional de Quell y Carrón, que va a persistir hasta 1920, año en que, fallecido el Sr. Quell, el propio Carrón vende el patrimonio en libros, a la también librería Klug y Marés.
Klug y Marés comenzó sus actividades hacia 1900, con el nombre de Juan Klug. Este vende al catalán-español Pedro Marés Ingles, el 50% de la sociedad, que pasa a llamarse Klug y Marés. Hacia 1925, la librería pasa a ser ya Marés e Hijos, quienes duraron en esa labor de imprenta y librería hasta 1968, aproximadamente.
Librería Internacional de Santiago Puigbonet. Este catalán-español abre hacia 1925 esta librería que se hallaba muy vinculada al pensamiento muy rico catalán y argentino de reformas sociales. Cuando fallece el Sr. Puigbonet, la librería pasa a su viuda hasta 1953, en que la adquiere la familia Buzó.
La Colmena SA fue una gran razón social, que desde 1920 aproximadamente, comenzó a operar como imprenta, librería y sello editorial. Su propietario fue el francés Félix Daumas Ladouce, quien siguió la obra hasta su fallecimiento, y le siguen sus hijos, hasta que en cierran en 1970 sus actividades.
El Colegio San José, Compañía del Sagrado Corazón de Jesús, instalada en nuestro país desde 1904, lanza su sello editorial F.V.D. (Fiat Voluntas Dei)” hacia 1930, y publican durante unos 30 años libros tales como varios manuales, historia, geografía o cultura en general, cuyos autores fueron todos sacerdotes de ese colegio.
Hacia 1940, abre sus puertas don Francisco Ruffinelli, en su local. Letras.. Ruffinelli era representante en el país de La Prensa,, de Buenos Aires, entonces el diario en español más leído en Latinoamérica. En su local de 14 de Mayo e/ Palma y Presidente Franco, don Francisco reunía a escritores e intelectuales, que intercambiaban saberes, puntos de vista y confraternizaban. Su librería nace no solo como tal, muy bien provista, se convirtió en un importante centro cultural. En manos ya de su hijo, y ubicada en otro lugar, cierra sus puertas en 1980.
La Librería América de Moreno González, de los cultísimos miembros de esa ponderable familia, funcionó entre 1940 a 1970. Publicó libros muy valiosos.
Hacia 1950, abren sus puertas librerías muy reconocidas. La primera, a librería Klaus Henning, alemán, destacado fotógrafo que publicó libros, pero también traía nueva literatura americana y europea. También hacia fines del 50 la librería Santarelli, que instaló entre Alberdi y Estrella 2do piso su famosa librería especializada en literatura francesa.
Y por la misma época lo hacía. Marcial Benítez, quien exhibía literatura paraguaya contemporánea en esa época. De igual manera, en Montevideo y Palma, funcionaba la de Juan Lisboa, especializada en temática paraguaya o social latinoamericana. También abrió sus puertas la librería Católica que introdujo valiosos libros de pensamiento cristiano.
En 1960, abre sus puertas Don Ricardo Rolón, que en su local primigenio de Pte. Franco c/ 14 de Mayo, reunía a escritores, en encuentros donde se conversaba de todo, con un pequeño espacio atrás destinado a la venta de libros prohibidos por régimen entonces imperante, perduró la historia hasta 1975.
Hacia 1945, en Buenos Aires, Julio César Chaves, inició la publicación de una serie de libros muy valiosos de autores nacionales, o sobre temas nuestros, pero esto era por razones políticas. Ese valioso sello editorial prosiguió hasta 1955. En Buenos Aires y Méjico desde 1930 a 1965, hacía lo mismo Natalicio González. Publicó obras suyas, o de pensadores latinoamericanos vinculados al Paraguay.
En 1980 aparecieron los emprendimientos. Uno de Juan Bautista Rivarola Matto, y el otro de Carlos Villagra Marsal, quienes inician una maravillosa, valiente y profusa edición de literatura paraguaya.
Hacia el último año, aparece El Lector de Pablo Burián. Y más adelante, ya en democracia, lo hacen Servilibro, Arandurá, Intercontinental, Librerías Paulinas, Libros para Todos y tantas otras que ofrecen y presentan textos de autores nacionales.