Los funcionarios –que a la vez son consejeros de la binacional para la renegociación del Anexo C– aseguran que la revisión anticipada de la tarifa de la binacional, realizada por el gobierno de Abdo Benítez a inicios del 2023 y en la que se decidió reducir de 22,71 kW/mes a 16,71, colocó a Paraguay en una posición de desventaja a la hora de negociar.
En el 2009, el gobierno de Fernando Lugo y de Lula da Silva habían fijado una tarifa de 22,71 kW/mes que se mantendría hasta que se cumplan los 50 años de la binacional.
IMPASSE. Paraguay busca elevar la tarifa futura, lo que genera un impasse en las negociaciones con el Brasil.
Los representantes del Gobierno aseguran que el país perdió unos USD 400 millones con la revisión, anticipada realizada del acuerdo Lugo-Lula, por Abdo Benítez y que el desacuerdo con Brasil es por la postura firme de recuperar el valor de la tarifa.
El canciller nacional, Rubén Ramírez Lezcano, reconoció que a Paraguay le urge definir la nueva tarifa por la energía, ya que se debe incluir el presupuesto. “Los Estados necesitan de recursos. Necesitamos acordar con Brasil en la brevedad posible”, expresó.
DESVENTAJA. Por su parte, Javier Giménez aseguró que el Gobierno busca “recuperar el terreno perdido” durante la revisión anticipada.
“Remando de atrás porque hubo una baja significativa en la tarifa que no se explicó mucho a la ciudadanía, paraguaya”, dijo.
El titular del MIC cuestionó que el gobierno anterior haya reducido una tarifa a la que la industria del Brasil, la población brasileña y la población local “estaba acostumbrada”.
“Buscamos recuperar dinero perdido, que es de Paraguay, y eso ocasionó momento de tensión que son normales para cualquier negociación”, expresó.
Los ministros hablaron durante una entrevista realizada sobre el tema que fue realizada y publicada ayer por las redes sociales de la Vocería del Gobierno.