Sábado|18|OCTUBRE|2008
Por Wilson Ferreira y Andrés Colmán Gutiérrez | CIUDAD DEL ESTE
“Ya pasó la fase en que teníamos que esconder las cosas. Hoy nosotros tenemos que demostrar que somos una potencia, y es importante que nuestros vecinos lo sepan. No podemos dejar de ejercitar y mostrar que somos fuertes, que estamos presentes y tenemos capacidad de enfrentar cualquier amenaza”, declara el general brasileño José Elito Carvalho Siqueira, jefe del Comando Militar del Sur, a cargo de la Operación Frontera Sur II, en una entrevista realizada por Kaiser Konrad, editor de la revista digital DefesaNet.
El general Carvalho Siqueira recibió ayer en el aeropuerto de Foz de Yguazú al ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, quien descendió de un avión de la Fuerza Aérea a las 11.30, hora paraguaya, saludó a varios de los jefes militares que los aguardaban y se reunió brevemente en un salón a puertas cerradas.
Jobim evitó en todo momento hacer declaraciones a la prensa y luego abordó otro avión en compañía del jefe del Comando Sur para seguir hasta la ciudad de Guaíra (frente a la ciudad paraguaya de Salto del Guairá, Canindeyú), donde observó ejercicios militares en la zona del lago de Itaipú.
TOMA DE ITAIPÚ. En la entrevista concedida a DefesaNet, consultado si ante una eventual toma de la usina de Itaipú por parte de movimientos sociales (como sucedió en la usina brasileña de Tucurui), intervendría el ejército brasileño, la respuesta del general Elito es afirmativa.
“La seguridad de Itaipú es responsabilidad de la propia empresa, de la Itaipú Binacional, en primer lugar. En caso de que ella no consiga más prever la seguridad de sus instalaciones, sea por la invasión de movimientos sociales u otras amenazas, el problema se podrá volver una cuestión policial o militar. Y eso será estudiado y discutido por el Gobierno”, explica.
A continuación, detalla: “El Ejército brasileño existe para cumplir cualquier misión en cualquier lugar del territorio nacional. Si el presidente de la República determina que una acción (como la intervención en Itaipú) debe ser realizada, ella será ejecutada. Esperemos que esa misión no ocurra, pero si fuese ordenada, será cumplida”.
ACTO DE GUERRA. “Los paraguayos entendieron a la Operación Frontera Sur II como un acto de guerra, mientras los brasiguayos la ven como un apoyo brasileño a la defensa de sus tierras. ¿Cómo usted ve el tema?”, es otra pregunta que Konrad realiza al general Elito.
La respuesta del militar brasileño: “Con o sin la Operación Frontera Sur, estas percepciones y problemas persisten. Esta visión, de un lado o de otro, está equivocada y es muy puntual. Los responsables de los dos países con seguridad, no piensan así".
“Este asunto es importante y está en la agenda de los dos gobiernos, pues envuelve muchas consideraciones, entre ellas a las generaciones de familias que buscan vivir honestamente en tierras paraguayas. Es una cuestión más amplia de lo que se imagina, y ciertamente los gobiernos de los dos países buscarán una solución política”, expresa.
Con respecto al gran despliegue militar en la Triple Frontera, el general Elito señala: “Nuestra concentración de tropas en Foz de Yguazú y en otras localidades de la región es natural. Son instalaciones que reflejan una posición histórica como punto de paso y de comercio”.