La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) estimó en unas 360.000 personas las que han dejado esa ciudad desde la primera orden de evacuación del Ejército israelí, la semana anterior; mientras la artillería penetra cada vez más en el interior de la urbe, que acogía a 1,4 millones de gazatíes, la mayoría desplazados del resto de la Franja.
“Mientras tanto, en el norte de Gaza los bombardeos y otras órdenes de evacuación han creado más desplazamientos y miedo para miles de familias”, indicó la UNRWA en su cuenta de X.
La ofensiva militar israelí se está cebando con intensidad en Yabalia, ciudad del norte de la Franja de Gaza donde las tropas han retomado su actividad ante el retorno de Hamás; y los bombardeos atacan sobretodo viviendas dentro del campo de refugiados del mismo nombre, el mayor del enclave.
Allí los servicios de ambulancias rescataron al menos 25 cuerpos y atendieron a decenas de heridos, aunque indican que queda gente atrapada bajo los escombros.
“Las fuerzas de la ocupación atacaron las ambulancias en el campo de Yabalia, donde no pudimos llegar a (ayudar a) gran número de víctimas”, denunció el director de los servicios de emergencias en el norte de Gaza.
En una llamada con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken; el ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, afirmó que la operación en Rafah es “precisa”, enfocada en desmantelar los cuatro batallones de Hamás y hacerse con la seguridad del cruce con Egipto, por el que no entra ayuda humanitaria desde hace una semana.
“La gente no sabe adónde ir. Todo el mundo en Rafah, incluso en las zonas más al oeste donde aún no se ha ordenado la evacuación, se está marchando. En la calle, se preguntan los unos a los otros sobre cuál es el mejor lugar para desplazarse”, señaló a EFE un gazatí desplazado en el barrio de Tal al Sultan, en el oeste de Rafah. EFE