El forense Eduardo Cano fue el responsable del levantamiento del cadáver localizado este domingo a la altura del kilómetro 26 de la ruta PY02, en la localidad de Minga Guazú, Alto Paraná. Adelantó que los restos serán derivados hasta Asunción.
Al respecto, el médico mencionó que los restos hallados están muy calcinados, por lo que resulta imposible saber si se trata de un niño o de una niña.
Sin embargo, adelantó que la medida del cadáver ronda entre los 1,35 y 1,40 metros, informó el corresponsal de Última Hora Wilson Ferreira.
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“El cadáver no está en su totalidad, hay restos óseos incompletos. Tomamos algunas piezas dentales y restos intestinales que serán analizados en el laboratorio por profesionales con mayor experiencia en el tema”, adelantó.
Cano refirió que por el nivel de calcinamiento es imposible saber si el cuerpo registra heridas y dijo que no se pueden confirmar el sexo ni la edad, pero aseguró que el hecho es reciente.
El cadáver completamente calcinado, de una persona de contextura física pequeña, fue hallado este domingo en Minga Guazú, en el marco de la búsqueda de una niña de 7 años que fue raptada en esta misma ciudad.
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Por el rapto de la menor hay dos personas detenidas. Se trata de Héctor Eduardo Martínez Núñez, de 25 años, quien sería el principal sospechoso, y su madre, Limpia Concepción Núñez Goiburú, quien tendría conocimiento sobre el hecho.
Héctor Eduardo Martínez habría manifestado a los investigadores que presuntamente acabó con la vida de la pequeña y arrojó el cuerpo al agua, por lo que se inició un rastrillaje en la zona indicada.
Los restos son imposibles de identificar, pero existen sospechas de que pertenecerían a la menor desaparecida. El abuelo de la niña llegó hasta el sitio para intentar identificar algunas pertenencias, pero hasta el momento nada se confirmó.
