Durante cinco intensos días, la Caseta Paraguaya se convirtió en uno de los puntos más concurridos del evento, atrayendo a miles de visitantes con el inconfundible aroma del asado y el encanto de la cultura guaraní. Según estimaciones, más de 2.000.000 de personas recorrieron la Feria, considerada una de las más grandes de su tipo en Europa.
“Vendimos 2.000 kilos de asado, ¡imagínense ustedes la cantidad de asado!”, exclamó Benjamín Benítez, de Asado Benítez, emocionado por el récord de venta de carne alcanzado. “Es increíble el trabajo que se hizo. A Paraguay ya lo conocen, en las primeras ediciones no nos conocían”, añadió, destacando el esfuerzo del equipo que mantuvo encendida la parrilla sin descanso.
Dentro de la caseta, los visitantes se deleitaron con el asado servido al plato o como bocadillo, también probaron la sopa paraguaya y otras comidas típicas mientras disfrutaban de música y danzas tradicionales. “Se siente que están en Paraguay, por más que muchos años estén en España, la tradición está intacta”, expresó Benítez en su canal de YouTube donde hace una crónica de su paso por la Feria.
La alegría también se trasladó al gran desfile de naciones en el segundo día del evento, donde Paraguay deslumbró con una delegación vestida con trajes típicos: Mujeres en typói, hombres con sombrero piri y faja, y una imponente bandera de ñandutí portada con orgullo. “Como paraguayos, pusimos lo mejor para representar como se debe”, afirmaron.
Juan Ayala, impulsor de la Caseta, celebró el reconocimiento creciente de la comunidad: “Ahora ya tenemos un lugar ganado dentro de esta organización. Cada vez viene más gente a vernos”.
Paraguay reafirmó su identidad cultural en tierras españolas exponiendo su riqueza gastronómica.