En una conferencia de prensa, la oncóloga Perla Pérez, adscrita a la clínica de tumores genitourinarios del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, señaló que el 60% de los pacientes mexicanos con esta enfermedad conocen su diagnóstico cuando la enfermedad ya se ha extendido a otros órganos.
“Lamentablemente, la mayor parte de los pacientes tienen cáncer de próstata metastásico, cuando ya se tienen muy pocas opciones de tratamiento y se compromete su vida”, advirtió la especialista.
ENFERMEDAD SILENCIOSA. Explicó que el de próstata es el cáncer más común entre los hombres y es una enfermedad silenciosa, es decir, que en sus etapas tempranas no presenta síntomas.
“Se propicia cuando las células de la próstata comienzan a crecer de manera anormal, e incluso pueden llegar a otras partes del cuerpo para invadir y causar mayor daño”, señaló.
Citó que, cada año, más de 7.000 hombres en el mundo fallecen a causa de esta neoplasia y en México cada año se reportan 25.000 nuevos casos.
Además, el 60 % se detecta en hombres mayores de 65 años y entre los factores de riesgo para desarrollarlo están la edad avanzada, grupo étnico, antecedentes familiares, la obesidad y el tabaquismo.
SÍNTOMAS. La especialista en radiooncología Onix Garay explicó que los síntomas varían, pero entre los más comunes están la dificultad para orinar, flujo de orina débil o interrumpido, dificultad para vaciar la vejiga por completo, dolor o ardor al orinar, sangre en la orina o semen, dolor persistente en la espalda, caderas o pelvis y dolor al eyacular. Las especialistas recordaron que cuando el cáncer de próstata se detecta a tiempo las posibilidades de tratamiento exitoso son mayores.
Recordaron que uno de los mayores temores de la visita al urólogo es la revisión para detectar y prevenir el cáncer de próstata.
“Sin embargo, actualmente el antígeno prostático puede ser suficiente como prevención, siempre y cuando el paciente no tenga síntomas y no tenga antecedentes familiares”, explicó Pérez.
DESDE LOS 45 AÑOS. Advirtieron que a partir de los 45 años es importante visitar al urólogo una vez al año.
“La revisión temprana es primordial, pues los signos y síntomas pueden no estar presentes al inicio de la enfermedad, sino en etapas avanzadas”, insistió Garay.