07 feb. 2025

Eustaquia Palma, la gran tejedora de la lana desde hace 8 décadas

Desde hace más de ocho décadas que Eustaquia Palma (93) se dedica a tejer la lana en San Miguel, la Cuna del Ovecha Rague.

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En pareja. Eustaquia Palma, con su marido Miguel Garay, promueve la artesanía en San Miguel.

Foto: Vanessa Rodríguez.

Con tan solo 8 años, Eustaquia Palma de Garay recuerda que tuvo que empezar a trabajar con las manos y la lana porque su madre quedó viuda a temprana edad con siete hijos. “Eran tiempos difíciles”, recuerda. Por ello, todos debían trabajar para aportar al sustento.

A sus 93 años, es considerada la más longeva en el rubro de artesanía en lana en el distrito de San Miguel, Misiones. Ña Eustaquia solo recuerda que los inicios de su trabajo como artesana fueron tiempos difíciles porque debía buscar a pie la lana de oveja de otros distritos y traía el bulto de varios kilos de lana sobre la cabeza.

“Nací en San Miguel, el 20 de setiembre de 1929. Tenía 8 años cuando murió mi padre. Mi madre quedó con siete hijos, entre ellos un bebé de 10 meses. Todos debíamos trabajar para aportar al sustento y así empecé a trabajar con la lana. Mi mamá trabajaba junto a otras artesanas y a veces con nosotros. Debía ir a pie a otros distritos, como San Ignacio, Santiago, Villa Florida, para buscar la lana de oveja. Hacían el atado de lana, me alzaban en la cabeza y veníamos con la carga”, cuenta sobre su ardua vida como artesana.

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Espíritu artesanal. Eustaquia Palma no se da por vencida y sigue tejiendo las artesanías.

Foto: Vanessa Rodríguez.

Eustaquia relata que recién a los 30 años empezó a tejer y hacer frazadas de lana en el telar, además de otras prendas más complejas, ya que lo más rápido de elaborar y vender en aquella época principalmente eran esos productos.

“Cuando empecé uno de mis primeros trabajos fue hacer hilo de la lana. A los 30 aprendí a tejer frazada en el telar. En mi época, la juventud no tenía oportunidad de estudiar y no teníamos muchas opciones, por lo que debíamos aprender el oficio que nos caracteriza”.

Hoy, Eustaquia Palma, debido a su edad ya teje poco y se dedica a la compra de la artesanía para vender en su local ubicado en el barrio Ciudad Nueva, donde se encuentra el Paseo de los Artesanos. “Nos ayuda mucho que la ruta pasa por en medio de la comunidad y el tener la oportunidad de sacar afuera y que la gente vea al pasar es una gran facilidad”.

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En blanco y negro. A Eustaquia Palma le encanta tejer.

Foto: Archivo.

Tradición que desaparece. La longeva artesana cree que se está perdiendo la tradición de tejer lana en San Miguel. “En la actualidad se va perdiendo esta tradición, también en San Miguel, porque la mayoría de los jóvenes estudian, ya son pocos los que trabajan con lana. Ahora ya se incluye también los trabajos con hilo de algodón y así se va innovando”, dice.

Hace 49 años, la artesana unió su vida a Miguel Ángel Garay. En enero del próximo año cumplirán 50 años de casados. No tienen hijos y les ayudan y visitan constantemente sus sobrinos.

Pese a la edad, debe seguir trabajando porque debido a su trabajo de artesana no pudo acceder a un seguro social que le permita jubilarse.

“Juntos trabajamos comprando artesanía para vender y todavía hago algunas artesanías. No tenemos de otra que trabajar, nos quitaron la pensión de tercera edad porque yo pagaba impuestos por mi trabajo. A las seis ya abrimos las puertas para atender al público. Entre los dos nos ayudamos para las tareas del hogar. El trabajo no es deshonra, les digo a los jóvenes que no tengan miedo de trabajar y emprender”.

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