"¡Qué!”, exclama, con rostro triste, la alemana Birgül al enterarse de la noticia, que contrasta consultando su teléfono.
"¡Pero cómo es posible! Le vimos ayer por Pascua...”, dice a EFE esta mujer, sentada a la sombra de la columnata de la plaza vaticana junto a sus hijos y su marido, con quienes pasa unos días de vacaciones en Roma.
Birgüil es musulmana, pero lamenta la muerte del pontífice porque le consideraba “un hombre amable” y que se “preocupaba por la gente”.
El papa Francisco falleció este lunes a las 7:35 (hora en Ciudad del Vaticano) en su residencia de la Casa Santa Marta, anunció en un video-mensaje el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel, tras más de dos meses de problemas respiratorios que le mantuvieron hospitalizado durante 38 días en la capital italiana.
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Su fallecimiento se produjo justo después de la Semana Santa, en la que redujo drásticamente sus apariciones, en el Lunes del Ángel, festivo en Italia, y en pleno Jubileo, lo que hace que los aledaños vaticanos estén especialmente concurridos.
Lina, peruana, también recibió con pesar esta noticia: “Estamos muy tristes. Estamos agradecidos de que nos haya bendecido”, admite, pues en la víspera asistió a la bendición Urbi et Orbi del Domingo de Resurrección de Francisco, la última de su pontificado.
Pierangela tiene 85 años y ha llegado a Roma desde Milán (norte) por el Jubileo. Su hija Alba confiesa que ha sabido de la muerte del papa como muchos otros: “Por el móvil, una amiga me ha escrito”. La noticia ha corrido como la pólvora desde su anuncio.
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“Estamos muy apesadumbrados. Era un hombre de paz, siempre sonriente”, dice Pierangela.
En el lugar también estaba la familia argentina de Martín, Francesca y su hija María, llegados de Buenos Aires, “católicos no practicantes” que consideran a Francisco “el argentino más importante de la historia”.
“Lo hemos sabido por sorpresa. Estábamos aquí en el Vaticano y siempre la muerte de un papa es algo impactante”, reconocen.
Fuente: EFE.