Víctor Galeano
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La vida muchas veces nos depara pruebas y duras adversidades, superarlas siempre depende de la fortaleza de cada uno y del apoyo que podamos recibir para que sean menos complicadas.
Es la enseñanza que nos dejaron dos jóvenes que fueron dependientes de sustancias sicoactivas y que mediante un proceso pudieron salir de ese mundo.
Gabriela Gómez (24) nos relató que a los 13 años comenzó a consumir cigarrillos y bebidas, luego pasó a las drogas ilegales, como la marihuana, pastillas y otras sustancias más fuertes, siendo miembro barrabrava de un club.
Mencionó que a veces el consumo no le permitía llegar a su hogar e iba a casa de sus amigas, de personas traficantes y que vivía en un espiral de consumo del que pensaba que no tenía salida. Dejó sus estudios y su familia no sabía qué hacer con ella.
“En realidad, yo quería dejar ese mundo, ya no quería vivir así, pero el barrio donde vivía era un barrio de consumo y volvía a lo mismo”, detalló.
Contó que su rehabilitación empezó cuando se mudó del barrio, aunque fue madre a los 17 años y nadie confiaba en su maternidad, eso la ayudó mucho en el duro proceso.
“Después que nadie creyó en mí, me señalaron, me juzgaron y me criticaron, Dios me enalteció, aguanté su proceso, fui valiente y logré mi rehabilitación”, dijo la joven, que actualmente está en el último año de su carrera universitaria y trabaja en un proyecto del Estado.
Isaac Torres (32) mencionó que cuando fue atrapado por las adicciones “no sabía lo que hacía, estaba ciego, metido en un mundo de oscuridad, todos se alejaban de mí y hoy veo distinto, hasta mi familia ve los cambios en mí”.
Actualmente, es el encargado de la cocina en el Hogar Betel de Villa Elisa, donde está desde agosto.
Comentó que en la fundación, aparte de ser una terapia ocupacional, aprenden varios oficios, como la albañilería y la confitería, del que dice, “ayuda muchísimo al sostenimiento del hogar y para que los jóvenes tengan una ganancia para sus familias” y además para que otros adolescentes que necesitan, tengan la posibilidad de ingresar.
Reveló también que aguardan ansiosos el campamento familiar de enero, en el que verán y compartirán momentos con sus familiares.