Se trata de más de 2.500 folios de actas, pruebas y testimonios sobre su vida, virtudes y fama de santidad, remitidos desde Paraguay tras la clausura de la fase diocesana entregada en julio.
El acto contó con la presencia de fray Marcelo Enrique Méndez, postulador de la causa, así como de los obispos recién nombrados, monseñor Osmar López Benítez, de Misiones y Ñeembucú, y monseñor Marcelo Benítez, de Caazapá. También acompañó la embajadora paraguaya ante la Santa Sede, Romina Taboada.
‘‘Con esta apertura se inicia un trayecto canónico que, de ser aprobado en sus distintas etapas, podría llevar a la futura beatificación y canonización del sacerdote, convirtiéndose en un referente espiritual no solo para la Iglesia paraguaya, sino también para la Iglesia Universal’’, destacaron desde la Embajada de Paraguay en el Vaticano.
La causa de canonización del pa’i Julio comenzó en 2009 y fue impulsada por distintos obispos de Carapeguá. Durante años se recolectaron testimonios, cartas, escritos inéditos y publicaciones, además de un trabajo histórico que culminó en un compendio de más de 2.500 páginas.
En setiembre de 2024, dos censores teólogos emitieron un dictamen favorable tras examinar sus escritos, y en 2025 se clausuró la fase diocesana con el envío de los documentos al Vaticano.
El padre Julio César Duarte Ortellado (1906-1943), conocido como el pa’i Julio, fue un sacerdote paraguayo recordado por su entrega pastoral, su cercanía con los pobres y su testimonio de fe.
Falleció a los 37 años y, desde entonces, su figura suscita devoción en Cristo y el reconocimiento de una vida marcada por la santidad.