En principio, los dictámenes de comisiones dejan sin efecto la posibilidad de que el Poder Ejecutivo pueda introducir una modificación en el proyecto, que otorga a Petropar el monopolio parcial de la importación, comercialización y distribución de la nafta económica de 85 octanos y su mezcla con el alcohol absoluto derivado de la caña de azúcar.
El proyecto que recibiría el voto mayoritario esta mañana es el que cuenta con el dictamen de la Comisión de Energía, según ya había adelantado el senador colorado Arnoldo Wiens, uno de los patrocinantes de esta iniciativa.
El proyecto final, con modificaciones, primero señala que el objetivo es fomentar el consumo del alcohol absoluto y alcohol carburante. Seguidamente, define los conceptos de los citados alcoholes y los tipos de combustibles flex, preparados con la mezcla en distintos porcentajes del alcohol con las naftas.
Los artículos 3º y 4º del proyecto concentran los aspectos principales y sobre los cuales habría diferencias con los productores de alcohol.
En la cláusula tercera se establece que cada emblema o distribuidora deberá disponer de al menos dos bocas de expendio de combustible tipo flex (85% de alcohol absoluto y 15% de nafta no menor a 85 octanos).
El artículo 4º dispone que toda industria de alcohol habilitada por el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) para la producción de etanol combustible instale bocas de expendio en el Municipio donde se afinque su planta industrial, podrá asociarse en esto con distribuidoras y comercializar a través de estas.
Este proyecto modificado es el que se acerca más a la postura que defiende el sector privado de producción nacional de alcohol y las distribuidoras de combustibles.
REVES. Por su parte, el presidente Horacio Cartes se apresta a tener un nuevo revés con este proyecto, salvo que a última hora se produzca un giro radical en cuanto a los votos en la Cámara de Senadores.
La intención del jefe de Estado ya defendida por el titular del MIC, Gustavo Leite, y del presidente de Petropar, Rómulo Campos, es salvar a la planta de Troche de la estatal de combustibles, que actualmente tiene en stock más de 20 millones de litros de alcohol carburante que no puede colocar, debido a que su costo no es competitivo por el alto costo de su producción. Cartes había prometido el pasado viernes a cañeros de Troche que el año que viene recibirán un buen precio por sus productos y atacó a las distribuidores de combustibles.