La caja de cartón con 20 kilos de la hortaliza amaneció ayer a G. 203.333, que representa una reducción de G. 23.000 en un solo día. La presentación en madera con 18 kilos de tomate mostró una mayor diferencia, ya que estuvo a G. 146.667, es decir, bajó alrededor de G. 32.000 en promedio, según se puede comparar en los datos proveídos por el Servicio de Información de Mercados Agropecuarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
De acuerdo a los comerciantes mayoristas, hay mayor disponibilidad de tomate nacional y que, mediante el clima soleado, también pudieron recuperar el color rojo que tanto busca el consumidor.
Este revés en la tendencia alcista que se arrastraba desde hace una semana se da en medio de una crisis en la cadena productiva y comercial, más aún luego de que el MAG se posicionara del lado de los horticultores, quienes acusan a los vendedores del Abasto de manipular los precios para presionar por la habilitación de importaciones.
Esta posición generó crispación en el sector comercial. Karen Leguizamón, de la Asociación de Importadores y Comerciantes Frutihortícolas (Asicopace), cuestionó que el Gobierno haya querido demostrar falsamente en las cuatro ferias simultáneas un precio accesible. Se refirió a que los productores de esos 10.000 kilos de tomate no tuvieron costos de flete y tampoco compraron cajas, ya que el MAG cubrió todos los gastos.
En ese sentido, sostuvo que el precio G. 9.000 por kilo es lo que se paga en finca. Pero además advirtió que en estas ferias no se emiten factura, lo que también representa un ahorro para el horticultor.
El enojo del sector es además porque la institución no abrió una mesa de trabajo, como había solicitado Asicopace el 24 de octubre a través de una nota. En este espacio, los comerciantes buscan analizar el abastecimiento de la producción nacional y la posibilidad de otorgar las acreditaciones fitosanitarias de importación que actualmente están restringidas.