Rosalía Ciciolli
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Según estimaciones del portal Infocasas Paraguay, en los últimos cuatro años se construyeron entre 800 y 1.000 edificios en varias zonas de Asunción, sin contar los grandes proyectos de barrios cerrados y desarrollos en altura en zonas emergentes como el municipio de Nueva Asunción, gracias al nuevo puente Héroes del Chaco.
Pero a pesar de este auge, no existen datos oficiales ni un ente que registre con precisión la magnitud del fenómeno inmobiliario que se viene experimentando tanto en Asunción como en el Departamento Central.
“Hoy en día es muy difícil saber cuántos edificios hay exactamente. Nosotros estimamos que entre 300 y 500 se construyeron en los últimos dos años, y si sumamos los desarrollos en marcha y los que están por lanzarse, hablamos de cerca de 1.000. Y puede que me quede corto”, expresa Alejandro López, director de Infocasas Paraguay.
Este portal trató de llevar una estadística de la cantidad de desarrollos encarados en las zonas mencionadas, pero el crecimiento fue tan acelerado que perdió el rastro de muchos proyectos encarados.
Zonas como Molas López, Recoleta, Carmelitas, Barrio Jara, Villa Morra, Santa Teresa y Santísima Trinidad concentran la mayor cantidad de nuevos desarrollos, en Asunción.
Sobre Molas López, por ejemplo, se contabilizan actualmente alrededor de 50 proyectos inmobiliarios activos, según comenta López. También se destacan grandes complejos como Marena, con ocho torres; Insignia, que ya va por su torre número 16, y Distrito Perseverancia, con 20 torres combinadas entre oficinas y departamentos.
EXPANSIÓN. Pero Asunción ya queda pequeña para tantos emprendimientos edilicios, por lo que el crecimiento se extendió a la vecina ciudad de Luque, que se posiciona como una de las urbes con más dinamismo inmobiliario, particularmente en el entorno de la Conmebol, el Comité Olímpico Paraguayo y el aeropuerto internacional, como bien lo menciona López.
En paralelo, señala que el recientemente creado municipio de Nueva Asunción, ubicado al otro lado del puente Héroes del Chaco, comienza a cobrar protagonismo con proyectos como El Delta, que incluye edificios y más de 1.000 lotes en venta.
Asimismo, desarrollos de gran escala como Aldera, en la zona de Luque-San Bernardino, cuentan con más de 4.500 lotes, superando ampliamente la escala de un edificio convencional. “Es difícil comparar un edificio de 50 departamentos con un desarrollo que ofrece 1.000 lotes. Pero ambos forman parte del mismo crecimiento explosivo”, indica.
SIN DATOS CERTEROS. A pesar de la magnitud del fenómeno, no existe una base de datos oficial que permita dimensionar el número exacto de proyectos en ejecución o finalizados. Desde el sector inmobiliario coinciden en que la Municipalidad de Asunción y otros municipios no facilitan información sobre planos aprobados ni proyectos registrados, lo que impide un monitoreo sistemático. “La necesidad habitacional está, hay inversores, hay demanda, pero se perdió el rastro del crecimiento. No podemos seguir el ritmo por la falta de colaboración institucional. Esto debería estar ordenado, con reglas claras y datos públicos”, advierte López.
Lo que para muchos comenzó como un desarrollo espontáneo, hoy se convirtió en una explosión inmobiliaria sin precedentes, que avanza sin planificación urbana clara ni estadísticas oficiales que lo respalden. El desafío ahora es no solo sostener ese crecimiento, sino gestionarlo con responsabilidad, transparencia y visión a largo plazo.