En el marco del Día Internacional de la Prevención del Embarazo Adolescente –que se conmemora el 26 de setiembre–, se expone que en el 2022 el embarazo fue la sexta causa de muerte entre adolescentes en el país, con una tasa de mortalidad materna de 85,8 por cada 100.000 nacidos vivos, según datos del Plan Nacional de Salud Integral Adolescente 2023-2030.
Ante este panorama, Plan International alerta sobre la grave situación que enfrentan las niñas y adolescentes de Paraguay, marcada por embarazos forzados y no intencionales, que ponen en riesgo su vida, salud, educación y futuro.
La organización asegura que las consecuencias del embarazo adolescente son devastadoras. Entre ellas se citan las complicaciones de salud, la muerte materna, el abandono escolar, menos oportunidades laborales y la perpetuación de la pobreza intergeneracional, según indicadores del Banco Mundial en 2025.
Sepa más: Cada hora, dos madres adolescentes dan a luz en Paraguay, alertan
Las cifras revelan que, en el 2022, se registraron en promedio 9 partos semanales de niñas de 10 a 14 años, y al menos 32 partos diarios de adolescentes de 15 a 19 años, una realidad frecuentemente asociada a la violencia sexual y a uniones tempranas, según un comunicado institucional.
Desde Plan International revelan que la problemática es aún más grave entre los pueblos indígenas. Se estima que una de cada diez muertes maternas correspondió a adolescentes y mujeres indígenas, y que la tasa de fecundidad adolescente en estas comunidades fue 2,4 veces superior a la de sus pares no indígenas.
“Prevenir el embarazo precoz no es solo un tema de salud: significa atacar las causas estructurales. Requiere reducir desigualdades, erradicar la violencia y la discriminación hacia las niñas y mujeres, impedir matrimonios y uniones tempranas, y garantizar acceso a educación, salud y oportunidades. Implica, además, sensibilizar a toda la sociedad y asegurar una educación basada en derechos humanos desde la infancia”, señaló Noelia Errecarte, representante país de Plan International Paraguay.
Lea más: Alarmante: 13 niñas dan a luz por día en Paraguay
Ante este panorama y si bien la tasa de embarazo adolescente disminuyó en los últimos años, mediante un mayor acceso a información, consejería, insumos y servicios de atención integral para adolescentes, como lo señalan datos oficiales del Ministerio de Salud Pública (MSP), el Banco Mundial advierte que Paraguay sigue registrando una de las tasas de fecundidad adolescente más altas de América Latina y el Caribe, superando tanto el promedio regional como el de los países de ingreso mediano alto.
Situación del embarazo adolescente en el país
Los esfuerzos son avances importantes, pero el desafío es grande, destaca Plan International. El embarazo adolescente es un problema de salud pública y de derechos humanos que demanda una respuesta más amplia.
Los casos recientes lo confirman: el de la niña de San Pedro que perdió la vida a causa de un embarazo forzado por violación, o el feminicidio de María Fernanda, adolescente embarazada de Caaguazú. Estas tragedias son un llamado de emergencia a toda la sociedad.
En este contexto, Plan International Paraguay impulsa programas de prevención y protección de las niñas y adolescentes frente a la violencia, así como los conocimientos, habilidades y agencia de las personas en la prevención de abusos, uniones tempranas y embarazos precoces.
Solo en 2024, la organización trabajó con más de 129.000 personas —incluyendo niños, niñas y adolescentes, familias, comunidades y proveedores de salud— para propiciar entornos seguros, fomentar la igualdad y ampliar el acceso a servicios amigables para la niñez y la adolescencia.
“Cada niña y adolescente merece crecer libre, segura y con oportunidades para decidir sobre su futuro. Y nuestro compromiso es seguir trabajando junto a todos los sectores para que esto sea una realidad en Paraguay”, concluyó Noelia Errecarte.