19 abr. 2024

“El rol de la mujer en la historia paraguaya me ha impactado”

La francesa Capucine Boidin da ejemplo hablando un fluido guaraní e interesándose en las historias que giran en torno a la Guerra contra la Triple Alianza, con aportes en la docencia y la investigación.

<em>César González Páez | Periodista</em>

cesarpaez@uhora.com.py

_______

Capucine Boidin es una joven francesa que tiene la particularidad de ser profesora de Guaraní en el Instituto Nacional de Lenguas y Culturas Orientales desde 1994. Habla fluidamente el idioma nativo, frecuenta el Paraguay desde 1995. Es, además, docente a tiempo completo en la Universidad Lille 3 y el Instituto Universitario Tecnológico “Ca-rreras Sociales”. Entre los otros títulos que posee, hay que mencionar que es profesora de Antropología en la Universidad Salesiana de Antropología Aplicada a Distancia de Quito, desde 1999.

Se ha especializado en Letras y Ciencias Humanas, en la Universidad París X Nanterre (UPX), con el tema Guerra y Mestizaje en Paraguay: dos compañías rurales de San Ignacio Guasu (Misiones 2001-1767), que mereció una publicación. Aquí en Paraguay recibió la Condecoración Orden Nacional del Mérito “Don José Falcón”, promulgada por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay en el 2005. Ha dictado confe-rencias internacionales como “El papel del caudillo y de los partidos políticos en las compañías rurales del Paraguay o Jopará: una metáfora guaraní del mestizaje”, en España. Señala que en Francia enseña guaraní y que es un idioma que se dicta en forma inicial pero no tiene especialización o diplomado. En esta entrevista nos habla de su acercamiento al idioma del Paraguay.

“Vine al Paraguay en 1995. Fue cuando asistí a un curso intensivo, de un mes, en Euse-bio Ayala -o Barrero Grande-, donde enseñaba el padre Bartomeu Melià.”

-Es sorprendente la rapidez con que aprendió el idioma.

-No, no es así. Allí escuché los sonidos del guaraní por primera vez y lo fui entendien-do. Pero sin lograr hablar todavía. Entonces fui a San Pedro de Ycuamandyyú.

-¿Habla otras lenguas?

-Francés, castellano e inglés.

-¿Por qué le interesó el guaraní?

-Yo nací en México, y estuve allí mis primeros seis meses. Obviamente, en ese tiempo no aprendí nada del castellano (risas). Pero eso bastó para que, posteriormente, me inte-resara en América Latina. Así, preguntando adónde podría ir, me encontré con Rubén Bareiro Saguier, cuando él era embajador de Paraguay en Francia. Él me contó que en el Paraguay existía una educación bilingüe, y eso me gustó. Me atrajo el bilingüismo, por-que siendo niña viví también en Portugal, donde llegué a hablar algo el portugués, pero después todo lo olvidé. Bareiro Saguier me contó que en París había cursos de guaraní. Asistí a ellos y el guaraní me atrapó. Después me propuse conocer bien el Paraguay. Hice mi maestría en Sociología política, sobre educación bilingüe. Y encontré la posibi-lidad de hacer una pasantía en la Embajada.

Después fui a Caazapá, donde me encontré con otros profesores de guaraní. Y el campo también me fascinó. Allí quise quedarme en una compañía. Fue así que cambié mi dis-ciplina: dejé la sociología y empecé a estudiar antropología.

-¿Consideras que fue difícil aprender a hablar el guaraní?

-Sí. Sumamente difícil.

-¿Existen en París personas con quienes sueles hablar guaraní?

-Allá está Delicia Villagra (lingüista paraguaya), con quien practico, y me ayuda a co-rregir tanto mis escritos como mi pronunciación.

Lengua autóctona oficial

-¿Qué podrías decir de la Antropología en función a las lenguas?

-Es un tema complejo, Paraguay es el único país donde una lengua autóctona es oficial y al mismo tiempo tan difundida en el pueblo. El quechua tuvo alguna vez esas particu-laridades.

-Actualmente, en el Perú, el quechua lo habla solo el 5%, incluyendo los indígenas.

-Sí, hasta los años 20 y 30 del siglo XX era lengua general, incluso de las élites.

Yo creo que ha pasado una cosa peculiar, un poco lo que ha ocurrido con la cultura me-diterránea. Se dice en guaraní de todo, se utilizan dichos que yo sé son de Europa. Ro-manceros, villancicos, de otras latitudes que se insertaron en el guaraní. A pesar de que se hable en guaraní aquí, realmente se habla un guaraní colonial, es decir, con influjos de la cultura que impuso la colonia española. Se ha traducido la cultura colonial al gua-raní. Y se ha hecho suya, es decir, cuando yo hablo con los campesinos, ellos expresan dichos o refranes extranjeros. Pero como ya lo bebieron, por así decirlo, desde la infan-cia, para ellos es guaraní, se les ha vuelto algo propio.

-Lo curioso para nosotros es como persistió el idioma, en el interior la gente habla gua-raní. Incluso en la Guerra contra la Triple Alianza la gran arma que tuvo el Paraguay fue el guaraní.

-Se dice mucho que el guaraní se sigue hablando por las Reducciones Jesuíticas y yo creo que no, porque el guaraní que se habla es el guaraní criollo, no es el jesuítico. Por-que justamente la parte de las misiones jesuíticas que quedaban fueron las más devasta-das por la Triple Alianza.

El rol de la mujer

Capucine brindó en Paraguay una conferencia sobre el “Mestizaje y género en América Latina: Mitos e historia de las Cautivas y Malinches... a las Chicanas”, en la Alianza Francesa, lo que nos motiva a preguntarle si su interés se centra en el rol de las mujeres en la historia latinoamericana.

-Sin querer, sin buscarlo, el tema del género y el tema del rol de la mujer en la historia paraguaya me han impactado, me han llamado la atención y los he trabajado. La mayor sorpresa para mí fue darme cuenta de que el Día de la Independencia y el Día de la Ma-dre en Paraguay coinciden y esto me llevó a preguntarme ¿cómo van a festejar del Día de la Madre y de la Patria al mismo tiempo? En los discursos se mezclan esos dos te-mas, es un homenaje a la patria y a la mujer paraguaya, a las residentas, a su fuerza de carácter.

Para mí que se le da demasiada importancia en la mitología nacional a la figura femeni-na después de la Guerra contra la Triple Alianza. Esto porque se dice que sólo sobrevi-vieron las mujeres y que los hombres murieron todos en combate, todos defendiendo a la patria y que sólo había mujeres. Yo creo que esto es un mito que permite lidiar con ese terrible trauma de la Triple Alianza, porque en realidad había hombres paraguayos vivos después de la guerra pero no tenían sitio, estaban socialmente muertos porque no habían peleado, no habían defendido a la patria hasta la muerte y además porque esta-ban vencidos. Alemania tuvo ese problema también, no es sólo de Paraguay, entonces se idealiza a la mujer paraguaya para tapar un poco.

Relatos y leyendas sobre la guerra

-¿Por qué se interesó en las historias que se contaban de la Guerra contra la Triple Alianza?

-Porque me sorprendió mucho encontrar leyendas ciento treinta años después de que haya finalizado la guerra, comprobar que haya relatos familiares tantas generaciones después, porque uno sabe que murió más del sesenta por ciento de la población. Es un sueño para mí encontrar más relatos para hacer una investigación después en mi país. Por ejemplo, escuché una leyenda a propósito de un jaguarete, de un hombre que no quería ir a la guerra y se transformó en jaguarete que se comía a la gente. Todos esos relatos a mí me ayudan a entender qué sentido se ha dado a este evento tan traumático, cómo la gente ha tratado de dar sentido a un drama de tanta magnitud y cómo se van juntando historias para digerir en cierta forma ese trauma. La Triple Alianza todavía desata grandes pasiones políticas, pero al margen de estas discusiones me interesa la opinión que puedan tener campesinos y campesinas, o sea, el tema familiar más que el político.

Las publicaciones de Boidin

Boidin aparece en estos títulos que demuestran su creciente interés por la historia para-guaya: Guerre et Métissage au Paraguay: deux compagnies rurales de San Ignacio Guasu 2001-1767 (Guerra y Mestizaje en Paraguay: dos compañías rurales de San Ig-nacio Guasu, 2001-1767), Tesis de Doctorado, Universidad París X Nanterre, 2004.

Le Paraguay à l’ombre de ses guerres (1864-2005), acteurs, pouvoirs et représentations (Paraguay a la sombra de sus guerras 1864-2005, actores, poderes y representaciones), en el Coloquio internacional y pluridisciplinario, París, EHSS/Casa de América Lati-na/IEP, 2005, en colaboración con Luc Capdevila (CHRISCO) y Nicolas Richard (CEIFR).

“Pour une anthropologie et une histoire régressive de la Guerre de la Triple Alliance” (Por una antropología y una historia regresiva de la Guerra de la Triple Alianza), junto a Luc Capdevila y Nicolas Richard, en Les guerres du Paraguay XIX-XX , París, Coli-bris, 2007.

Más contenido de esta sección
En el artículo anterior mencionamos algunas de las campanas más antiguas del país Guairá, en esta ocasión incluimos otras que corresponden a algunos distritos y ciudades del país, entre ellas, la que podría ser la más importante que data del siglo XVIII.
Esta es una historia de la guerra grande sobre Francisco Isidoro Resquín, de quien Juan Crisóstomo Centurión llegó a decir que “veía traidores hasta en la chipa”.
La democracia a estas alturas en El Salvador ya no puede ser entendida con su significado original, es decir, como un sistema a través del cual existen contrapesos que permitan opiniones diferentes a las del gobierno de turno y ahora reelecto.
En Paraguay todavía existen campanas desde la época de los jesuitas, que tienen cerca o más de 300 años. Son las que sobrevivieron de la Guerra Triple Alianza, es decir, las que se salvaron de la legua de fuego de la fábrica del Ybycuí, donde se fundieron muchas campanas de las iglesias para la fabricación del renombrado cañón monstruo denominado también el Cristiano.
A principios del siglo XX, la comunidad científica creía que la composición de las estrellas era parecida a la de la Tierra, hasta que una astrónoma descubrió que las estrellas se componían de hidrógeno y helio, Cecilia Payne-Gaposchkin fue quien descubrió la composición de las estrellas y del universo.
Nayib Bukele cosechó una aplastante victoria, asegurándose el mandato en el periodo 2024-2029, en el que supone la primera reelección presidencial desde que el país centroamericano dejó una dictadura militar y a pesar de la prohibición constitucional.