Un crecimiento que llegue al 3,4% y una inflación que se sitúe en 5% es el escenario que proyecta la Fundación Desarrollo en Democracia (Dende), según sus análisis para el año 2016, en el marco de la economía local. Sus principales referentes brindaron anoche un estimado de lo que será la coyuntura local, contrastando con las devaluaciones del real y el peso, pero con desaceleración del crédito y estancamiento de la bancarización en el país.
Alberto Acosta Garbarino, uno de los directivos de Dende, arrancó el análisis en el Carmelitas Center, sintetizando la evolución acaecida con la divisa norteamericana en los últimos quince años, con énfasis en lo que llamó el fin del superciclo y su impacto en Paraguay, ya que los precios de los comoditis se adecuaron hacia la baja en casi todos los rubros, mientras que las reservas y los préstamos se multiplicaron extraordinariamente desde comienzos de la década del 2.000.
Le tocó a Manuel Ferreira, otro de los referentes de la organización y exministro de Hacienda, referir en torno a lo que constituye el complejo sojero, ubicando al año 2013 como uno de los mejores para la zafra, producto de lo cual los responsables de este segmento agropecuario pudieron invertir en bienes de capital extraordinariamente, pero que se vieron al año siguiente muy comprometidos con sus deudas, al hacer frente a un año bastante crítico. “Hoy, el campo está sobreendeudado”, mencionó.
En cuanto a las importaciones, la evolución experimentada llevó de unos USD 2.050 millones, al inicio del llamado superciclo, hasta los 11.299 millones actuales; en tanto que los ingresos fiscales subieron desde los USD 800 millones en el año 2.000 a los presentes USD 5.535 millones, la mayoría destinados a los gastos rígidos, uno de los aspectos criticados por los disertantes, ya que no le permite al Estado el juego de cintura para invertir en infraestructura, tan necesaria.
PERSPECTIVAS. En cuanto a lo que acontecería en 2016, de acuerdo con el análisis de César Barreto, también directivo de Dende, uno de los puntos más álgidos es que se desacelerará el crédito, por la menor inversión en el sector agropecuario y el menor consumo de bienes durables; mientras que también se avizora un estancamiento en la bancarización por las leyes financieras consideradas populistas. Con el inicio de ajustes de las tasas en los Estados Unidos, se fortalecerá el dólar, mientras que Brasil continuará su recesión, con un real más debilitado.
Por su parte, Argentina experimentará dos escenarios posibles: gradualismo o shock, dependiendo de las políticas a ser implementadas por el próximo presidente y su equipo, según Barreto.
Con el aumento en la inversión pública en infraestructura, se podría superar el tope de la Ley de Responsabilidad Fiscal, según consignó.