El prelado del Opus Dei Fernando Ocáriz informó en un comunicado que el Consejo y la Asesoría de esta organización católica ha dado su “parecer positivo” para concluir la revisión de los estatutos y su entrega a la Santa Sede para su aprobación.
“Cosa que hemos hecho hoy mismo. Ha sido un camino de tres años, acompañados de la oración de todos, que os pido que intensifiquemos en esta etapa final. Naturalmente, sigamos acompañando al santo padre León XIV, con nuestra oración y entrega diaria”, insistió Ocáriz.
La reforma de los estatutos había quedado suspendida con motivo del periodo de sede vacante iniciado tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril y concluido con la elección de su sucesor, León XIV, el 8 de mayo sucesivo.
El 14 de mayo, solo seis días después de su elección, el nuevo Pontífice recibió en audiencia a Ocáriz y a su vicario auxiliar, Mariano Fazio, para interesarse por esta reforma estatutaria.
El Opus Dei, fundado en 1928 por Josemaría Escriva de Balaguer, ha emprendido en los últimos tres años un proceso de adaptación de sus estatutos para respetar las disposiciones que Francisco incluyó en 2022 en su motu proprio (documento papal) Ad charisma tuendum.
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Aquel texto suponía la primera reforma de la Obra tras 40 años de prelatura y, entre otras cosas, establecía su dependencia del dicasterio (ministerio vaticano) para el Clero y obligaba a presentar un informe anual sobre su labor apostólica.
Un año después, en agosto 2023, Francisco también modificó los artículos del Código Canónico (295 y 296) que definen la institución de la prelatura personal (como la del Opus Dei, que no citaba).
Entre otros puntos establecía que el prelado es un “moderador” y que los estatutos solo “pueden ser aprobados o emanados por la Sede Apostólica”, es decir, por Roma.
El Opus fue erigido a Prelatura por el papa Juan Pablo II con la constitución Ut sit (1982), lo que la convirtió en una institución eclesiástica dirigida por un prelado con su propia jurisdicción, como una diócesis, pero sin estar vinculada a un territorio concreto.
Francisco hizo que la Obra pasara a depender de la Congregación del Clero y no de la de obispos, como ocurría hasta la fecha. En su motu proprio, de hecho, indicaba que el prelado “no será designado ni designable dentro de la orden episcopal”.
Las modificaciones pedidas por el Papa argentino seguían a otras similares exigidas a otros grupos como los neocatecumenales, como comunión y liberación o la comunidad de San Egidio.
Para algunos analistas, Francisco quiso restar poder al Opus Dei, pero en una entrevista con el diario español ABC negó de que fuera un castigo. “Soy muy amigo del Opus Dei, los quiero mucho y trabajan bien en la Iglesia. El bien que hacen es muy grande”, agregó.
Fuente: EFE.