El titular de Energía, que presidió la filial argentina de la petrolera entre 2003 y 2015, se vio envuelto en una polémica por la posesión de estas participaciones -que suman un valor de 16 millones de pesos (cerca de un millón de dólares)- a los pocos meses de asumir como ministro.
El presidente argentino, Mauricio Macri, valoró hoy la decisión en declaraciones a los medios tras inaugurar el foro de inversión y negocios que se celebra estos días en Buenos Aires: “A veces las formas cuentan y son importantes. Aranguren tuvo el gesto se desprendió de las acciones”, informó.
“Estoy a favor y estoy dando el ejemplo todos los días de que quiero una Argentina con transparencia, con ética, que acabemos con los cuentos bochornosos de corrupción que tuvimos en el pasado”, añadió Macri, en referencia a las causas judiciales que salpican al anterior Gobierno.
No obstante, restó importancia a que el ministro poseyera acciones en la empresa y dijo que “nada de lo que haga Argentina cambiaría el precio de las acciones de Shell”, dado que, insistió, la actividad de la petrolera en Argentina es “irrelevante” en comparación con la que tiene en el resto del mundo.
El lunes, la Oficina Anticorrupción, que depende del Ministerio de Justicia argentino, emitió un comunicado en el que aconsejaba a Aranguren que se desprendiese “de su participación societaria” en la compañía anglo-holandesa o que adoptase “alguna medida patrimonial” como crear un fideicomiso ciego de administración y disposición.
Decretó además que el ministro “deberá abstenerse de tomar intervención en cuestiones particularmente relacionadas con las sociedades que integran el Grupo Shell y con relación a la fijación de políticas dirigidas específicamente a dicho grupo empresario”.
Aunque esta mañana el Gobierno informó de que excusaba a Aranguren de “intervenir durante su gestión en todas las actuaciones que estén particularmente relacionadas” con Shell, horas después, fuentes de la Presidencia argentina confirmaron a Efe la decisión del ministro de deshacerse de esas acciones.
El pasado 22 de junio, Aranguren tuvo que justificar la posesión de sus participaciones en la empresa en una sesión del Senado, donde negó que existiesen incompatibilidades entre ambos asuntos y aseguró que desde la función pública no tomó “decisiones particulares” respecto de su antiguo empleador.
La pregunta en la audiencia del Senado se incluyó poco después de una serie de decisiones sobre una importación de gas de Chile que la cartera de Energía tomó a favor de Shell.
“Esa operación le permite a la Argentina una ganancia de 800 millones de pesos. Si Bolivia tuviera más, ¿le vamos a comprar más? Pero si podemos comprar más barato, lo vamos a hacer porque vinimos a reducir el costo para los argentinos”, respondió entonces Aranguren.