La Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico), en una subasta, en abril pasado, cerró su jornada con una recaudación de G. 12.698.960.000.
Uno de los atractivos fue el Lamborghini Huracán que perteneció al prófugo uruguayo Sebastián Marset.
El vehículo tenía un precio base de G. 1.300 millones (USD 163.000 al cambio actual), pero fue vendido por G. 1.500 millones (USD 188.000).
El comprador fue Alan Bendlin, uno de los propietarios de Motor Haus.
El Lamborghini era el bien número 36 y representó una dura puja entre Bendlin y otro joven cuya identidad se desconoce.
Del precio inicial de G. 1.300 millones fue incrementándose millón a millón por alrededor de 10 minutos, ante el interés de ambos compradores por el rodado.
No obstante, llegó un momento en que Bendlin directamente dejó la mano derecha arriba hasta que el otro interesado desistió al llegar a los G. 1.500 millones.
Este Lamborghini Huracán fue visto en el estacionamiento del Club Deportivo Capiatá en varias oportunidades, recordando que Marset jugó en dicho club años atrás con la dorsal número “10”.
Aparte del citado vehículo, fueron rematados varios departamentos ubicados en calles céntricas de Asunción por valores superiores a los G. 250.000.000.
La oferta abarcó un amplio espectro de bienes, entre los que se encontraban muebles y enseres para casas y oficinas.
También, implementos agrícolas para el sector rural, vehículos, desde ómnibus, camiones, acoplados, camionetas, automóviles, motocicletas e inmuebles.