El precedente que deja es lo más grave, advierte. “Y es que automáticamente genera autocensura. Si esto le pasa a un medio del tamaño y poderío que tiene ABC, quiere decir que cualquier compañero, en cualquier lugar del país, preferirá callarse antes que publicar una denuncia, una sospecha de corrupción o el resultado de una investigación, porque tiene este fallo como jurisprudencia”.
Si dicho fallo por difamación no se revierte en la siguiente instancia, es probable que Paraguay sea condenado de vuelta por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “Se expone al país a una nueva sanción, porque el fallo en sí riñe con todos los estándares internacionales en materia de libertad de expresión y de derechos humanos”.