“La situación en la que nos encontramos como país es alarmante y necesitamos tomar medidas urgentes para aumentar nuestra capacidad doméstica”, indicó Raimondo, tras presentar el informe denominado Riesgos en la Cadena de Suministro de Semiconductores.
Este estudio determinó que los fabricantes de automóviles o aparatos médicos, entre otros, han pasado de tener un inventario de microchips suficiente para producir durante 40 días en 2019 a disponer de chips para seguir produciendo durante únicamente cinco días en 2021.
Esta drástica caída de las reservas implica que cualquier imprevisto en la cadena de suministro puede tener graves consecuencias en la producción, especialmente cuando una gran parte de la misma se encuentra fuera de territorio estadounidense.
“La cadena de suministro de semiconductores sigue siendo frágil y resulta esencial que el Congreso apruebe fondos para la producción de chips tan pronto como sea posible”, reclamó.
Raimondo trataba así de recabar apoyos entre los congresistas para el plan de 52.000 millones de dólares, en incentivos a las compañías que construyan fábricas de semiconductores en suelo estadounidense.
El pasado viernes, Biden dio un discurso sobre semiconductores con motivo del anuncio por parte de Intel de una inversión de 20.000 millones de dólares en dos plantas de manufactura de chips en Ohio. EFE