Tras el recuento de más del 98% de las papeletas, Lee ganó con el 49,2% de los votos, frente al 41,5% obtenido por su rival Kim Moon-soo, según las cifras publicadas por la comisión electoral.
“Acepto humildemente la elección del pueblo. Enhorabuena al candidato elegido, Lee Jae-myung”, declaró Kim a la prensa en Seúl.
LLAMADO A LA UNIDAD. El nuevo presidente electo de Corea del Sur, que tomará sus funciones el miércoles, prometió “no defraudar las expectativas del pueblo” e hizo un llamamiento a la unidad en el país, extremadamente polarizado.
“Puede que hayamos tenido puntos de vista distintos, posturas diferentes y llevado colores distintos durante un tiempo. Pero hoy todos somos el mismo pueblo orgulloso de esta gran nación. Caminemos juntos”, declaró el político de 61 años a sus seguidores.
Como durante toda su campaña, Lee, que estuvo a punto de morir el año pasado tras ser apuñalado en el cuello en plena calle por uno de sus detractores, habló tras un cristal blindado y protegido por una enorme presencia policial.
Los surcoreanos acudieron masivamente a las urnas para elegir al nuevo jefe de Estado y poner fin a seis meses de caos político causado por el intento fallido del anterior presidente Yoon Suk Yeol de imponer la ley marcial.
La tasa de participación fue del 79,4%, la más elevada en 28 años.
Lee Jae-myung, líder del Partido Demócrata, partía como favorito en esta elección de una vuelta, frente al exministro Kim Mon-soo (73 años), del Partido del Poder Popular, al que pertenecía Yoon.
Cuando se anunciaron los resultados de los sondeos, la sala del Parlamento que ocupaban los militantes del Partido Demócrata se inundó de vítores y aplausos para Lee Jae-myung.
El ganador de los deberá enfrentar numerosos problemas, incluyendo el desorden provocado por los aranceles estadounidenses en el comercio internacional, que ha golpeado a la economía exportadora de Corea del Sur.
Enfrentará también una de las tasas de natalidad más bajas del mundo y la creciente beligerancia de Corea del Norte con su arsenal militar en constante expansión.
Pero, según los expertos, los votantes esperan, sobre todo, que esta votación sirva para pasar página de la fallida ley marcial de Yoon, que dejó a Corea del Sur sin líder durante los primeros meses del gobierno del estadounidense Donald Trump.