–Cuál es su historia, su formación y su experiencia en el mundo de la diplomacia sirviendo al Estado de Palestina.
–Soy comunicador, periodista, nacido en Jordania, hijo de refugiados que salieron de la ciudad de Haifa, actualmente Israel, y nunca más pudieron volver. Esta es una situación común para ocho millones que viven en 58 campos de refugiados dentro de la diáspora palestina.
Comencé mi carrera diplomática en Cuba en el año 1979 como agregado cultural de la Embajada y seguí como profesional de la diplomacia en Nicaragua, Perú, Bolivia, Brasil por primera vez en 1989 y luego embajador en Colombia, Venezuela, nuevamente embajador en Cuba y finalmente, quedé como embajador ante Brasil y Paraguay.
–Hace cuántos años y cuáles son los presidentes de Brasil y de Paraguay ante los cuales ha servido a los intereses de su nación.
–Habiendo llegado al Brasil trabajé representando a mi país como segundo en la representación diplomática ante el presidente José Sarney. Luego trabajé ante los gobiernos de Collor de Mello, Itamar Franco, Fernando Henrique Cardoso y desde el 2008 con los jefes de Estado: Lula, Dilma, Temer, Bolsonaro, hasta nuestros días, nuevamente con Lula. He acompañado todo el proceso democrático del Brasil desde 1989. Con Paraguay inicié mi replantación por primera vez ante el presidente Lugo presentando mis cartas credenciales ante el sr. presidente y su canciller Héctor Lacognata.
Luego, me presenté de nuevo ante el sr. presidente Horacio Cartes, habiendo participado de su asunción al mando; también ante el presidente Mario Abdo Benítez conjuntamente con el canciller palestino y ahora estoy en Asunción para honrar al sr. presidente Santiago Peña, de quien tengo las mejores referencias. En todas estas ocasiones, he tenido la mejor recepción a nuestras reivindicaciones, y tengo la certeza de que así será también con el nuevo gobierno.
–¿Qué oportunidades ofrece para exportaciones paraguayas el mundo árabe?
–El mundo árabe está compuesto por 22 naciones, con una población estimada de 400 millones de personas. Ustedes pueden imaginar la enorme oportunidad que existe para un país maravilloso en recursos alimenticios como el Paraguay de establecer sólidas relaciones culturales, económicas, financieras, turísticas, educativas, teniendo en consideración las raíces comunes que unen a los pueblos árabes con los latinoamericanos.
–¿Y en sentido inverso, qué oportunidades existen para Paraguay comprando de estos países?
–Los hidrocarburos y derivados seguirán siendo por bastante tiempo los puntos fuertes de las economías en todo el mundo. Además, los fertilizantes para el sector agrícola donde tenemos ventajas comparativas. Gustaría también resaltar en cuanto a Palestina el turismo religioso para una población cristiana caminando por donde anduvo el señor Jesús en Tierra Santa.
–¿Qué identidades culturales existen entre el mundo árabe y los paraguayos y brasileños, muchos descendientes de la Península Ibérica que pasó muchos años bajo dominio cultural árabe?
–En primer lugar, tenemos raíces culturales en la misma lengua española. Millares de palabras del vocabulario hispano son de origen árabe. Toda palabra que comienza con Al y consonantes son originarias del vocabulario árabe. La culinaria es eminentemente ibérica arábiga. En algunas épocas era la vestimenta, los bordados punto cruz y otros que se reflejan en el ao poí y las mantas bordadas de los paraguayos.
–¿Cómo espera que sean las relaciones diplomáticas con el nuevo gobierno de Santiago Peña?
–Espero seguir desarrollando aún más las buenas relaciones entre Palestina, el mundo árabe en general, y el Paraguay. Esperamos del nuevo gobierno avanzar en el tema geopolítico para que el Paraguay pueda ser, de hecho, un mediador entre Palestina e Israel para establecer una paz necesaria para ambos pueblos y para el mundo todo. Paraguay es un país que mantiene buenas relaciones con ambas partes y tiene autoridad para profundizar las relaciones con el mundo árabe; por lo tanto, ser mediador es la puerta principal para conquistar un futuro árabe-paraguayo de prosperidad compartida, incluyendo a Israel. Por medio del intercambio, claro.
–La dialéctica de intereses en conflicto para el Estado de Palestina es la disputa en Jerusalén y aledaños por territorios que cada nación se atribuye como propia. ¿Ese conflicto se reproduce en los países donde viven palestinos? Ejemplo Chile, Centroamérica, Brasil.
–Felizmente, no. En ningún país latinoamericano existe. Todo lo contrario, la armonía y la convivencia entre ambas comunidades debe ser el ejemplo para llevar y no lo contrario. Los pueblos de origen palestino y judío conviven en paz y cooperación, trabajando juntos, y eso es lo que debe prevalecer entre Palestina e Israel. Hacemos un llamado a las comunidades en América Latina en general y en el Paraguay, en particular, para contribuir a la convivencia y participar activamente en procesos de paz que ambos pueblos necesitan.
–Cómo han sido hasta ahora las relaciones con cada uno de los presidentes paraguayos con relación a ese conflicto internacional. Qué actitud han asumido cada uno de ellos.
–Paraguay siempre ha cuidado de mantener una posición adecuada y conforme al derecho internacional. El objetivo es cumplir las resoluciones de la legitimidad internacional referentes a la cuestión palestina que exige el fin de la ocupación y la creación del Estado palestino independiente y soberano lado a lado de Israel. Dos Estados para dos pueblos. Este es el camino que debe prevalecer para mantener la paz mundial. Finalmente, Palestina es un territorio ocupado por la fuerza bruta. Lucha por su independencia y soberanía desde 1917 hasta el día de hoy y tiene el derecho, como todos los pueblos, de establecer su Estado independiente y soberano con Jerusalén oriental como su capital. Con relación a esta causa contamos con el apoyo mayoritario de la comunidad internacional. Y también de los paraguayos.