Desde el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFyM), destacan que gracias a la mejora parcial de las condiciones del río y al esfuerzo conjunto del sector público y privado, se ha logrado una disminución significativa de la cantidad de embarcaciones acumuladas en la zona conocida como Paso Bermejo.
En ese sentido, explicaron que de un promedio de más de 500 embarcaciones, el número reportado al cierre de la semana pasada fue de 175 barcazas, 1 buque motor y 13 remolcadores. “Entre el 30 de marzo y el 4 de abril, unas 750 embarcaciones lograron cruzar el paso, permitiendo una recuperación operativa parcial”, señala el informe de los armadores.
El gremio destaca que este avance fue posible gracias al incremento del nivel de agua del río Paraguay y el trabajo incesante de dragado de la draga autopropulsada Tarumá, lo que ha permitido el franqueo ininterrumpido de embarcaciones.
“Destacamos que las decisiones operativas han sido consensuadas y coordinadas con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y con la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), dentro de un esquema conjunto de monitoreo y acción”, señalan.
Asimismo, el reporte indica que a pesar de la mejora temporal, la situación sigue siendo altamente inestable debido a la continua descarga de sedimentos del río Bermejo. Entre el 30 de marzo y el 3 de abril, se depositaron aproximadamente 109.000 m³ de sedimentos en el paso, con una media diaria de 27.000 m³, condición que representa una presión constante sobre el canal de navegación.
PRONÓSTICO. Según el Sistema de Información Hidrológica del COREBE (Comisión Regional del Río Bermejo, Argentina), la intensidad de descarga de sedimentos desde el Bermejo sobre el río Paraguay se mantendría durante todo abril, con una paulatina disminución hacia fin de mes.
Ante esta situación, el sector público y privado, seguirán monitoreando el comportamiento hidromorfológico del paso Bermejo, evaluando en tiempo real la situación del tráfico fluvial, así como rediseñando y adaptando soluciones técnicas para mitigar los efectos logísticos y económicos que esta situación genera sobre la navegación fluvial paraguaya y regional.
Crisis. El arrastre de sedimentos desde el río Bermejo provocó el taponamiento de la desembocadura en el río Paraguay, generando importantes demoras y congestionamiento de la navegación comercial. Esta situación se tradujo sobrecostos para las importaciones y exportaciones por la Hidrovía Paraguay-Paraná.