Por 45 votos en contra y 11 votos a favor, los diputados en su mayoría cartistas optaron por enviar al archivo la propuesta del opositor Rubén Rubin, que planteaba dotar de una autorización expresa para el derribo de aviones en situaciones excepcionales por parte de la Fuerza Aérea.
Cabe recordar que el Poder Ejecutivo ya había expresado su posición en contra de este proyecto, basándose en que la “legítima defensa"; es decir, poder reaccionar por parte de la Fuerza Aérea Paraguaya en el uso de la fuerza proporcional, ya es más que suficiente.
La diferencia radica en que con activar la Fase III del derribo, el diputado Rubin buscaba la posibilidad de reaccionar primero ante un peligro inminente y no esperar a que el “avión narco” dispare o viole el espacio aéreo nacional.
El diputado liberal Diosnel Aguilera se pronunció en contra de la disposición del Ejecutivo a través del Ministerio de Defensa y que acató a rajatabla la bancada cartista en Diputados, de rechazar este proyecto lo que deja a la aviación sin la posibilidad de derribar naves que se consideren sospechosas luego de ser agotadas las fases I y II.
“No puedo dejar de mencionar el fiasco de nuestros aviones Super Tucano. Compramos, anunciamos con bombos y platillos la llegada de nuestros raquíticos tucanos, pero nos negamos rotundamente a tener ley para el derribo de aviones… estamos endeudando a los paraguayos por USD 105 millones para comprar 5 aviones que va a cumplir el mismo papel que un espantapájaros”, despotricó.
El proyectista Rubén Rubin lamentó la postura de Defensa y acusó la falta de voluntad de parte del oficialismo de dotar más herramientas contra la lucha contra el narcotráfico por estar supuestamente influenciados por fuerzas regionales e incluso más al norte.
“Se dejan presionar por intereses regionales y por intereses internacionales, no solamente compramos los aviones rapái, sino que además no le vamos a dar uso”, puntualizó.
Alegó que en estas circunstancias los aviones estarán de adorno y no tendrán otra función que la de mostrarse “en desfiles militares” cuando que el monto de unos USD 500 millones de dólares, que tiene proyectado Defensa, podría utilizarse para cosas más urgentes y necesarias, a su criterio.
“Son USD 500 millones de dólares lo que vamos a gastar. Esa plata es lo que sale el Tren de cercanías y prefiero mil veces el tren de cercanías antes de comprar aviones que sólo se van a utilizar en los desfiles militares”, apuntó.
Lamentó que el mensaje es que el crimen organizado tiene más derechos que los que arriesgan sus vidas para capturarlos. “La vida del narcotraficante está por sobre la vida del piloto paraguayo”, indicó.
Ley no debe cambiar, sostiene cartista
El cartismo utilizó a su vocero, el diputado Yamil Esgaib, quien se caracteriza por oponerse recurrentemente a todo proyecto surgido en la oposición previo consenso de su movimiento.
Esgaib señaló que la disposición del Ejecutivo es no cambiar las reglas de juego en referencia a los derribos de aviones y que así como está actualmente la ley, el espacio aéreo estaría más que resguardado.
Añadió para aquellos que sostienen que dejará arco libre a los narcotraficantes que supuestamente “debemos evitar en nuestro país y no es momento para tomar esta medida en especial porque desde el periodo del nuevo Gobierno a partir de Santiago Peña hace un año, no ha caído un kilogramo de droga en Europa proveniente de nuestro país”.