Con 44 votos en contra de la expropiación y 12 a favor, la mayoría colorada se hizo sentir ayer en la Cámara de Diputados para rechazar el proyecto de ley por medio del cual se pretende la expropiación de las tierras de Tranquilo Favero, situadas en la zona de Ñacunday, Alto Paraná.
Se trata de una propiedad de 11.681 hectáreas con 8.616 metros cuadrados, correspondientes a la finca Nº 4036 y sus desprendimientos, que a iniciativa de los senadores se pretende expropiar a favor del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
Un largo debate a favor y en contra se generó entre los legisladores, luego de que el colorado Tadeo Rojas planteó el tratamiento de la normativa en el estadio de sobre tablas (en el momento), sin que el documento tenga dictamen de las comisiones asesoras correspondientes.
Los liberales José Pakova Ledesma y Víctor Ríos se opusieron al tratamiento, argumentando que los diputados no tuvieron tiempo de leer el proyecto.
Ríos calificó incluso de irresponsables a sus colegas, por tratar una normativa, sin siquiera contar con el legajo correspondiente.
EN CONTRA. Las voces en contra de la expropiación provinieron de los colorados y del encuentrista Ricardo González, quienes expresaron que la media sanción del Senado es simplemente por una cuestión política.
“Lo aprobado por el Senado no tiene sustento legal. Fue una irresponsabilidad de los senadores por una cuestión política”, aseveró Rojas durante su argumentación en contra de la expropiación.
Señaló que en la zona de Ñacunday existen predios fiscales que se les pueden otorgar a los campesinos, sin que esto le cueste dinero al Estado. “Que el predio fiscal les sea otorgado a los campesinos”, dijo.
En el mismo sentido se expresó el también colorado Walter Harms, quien sostuvo que con este tipo de propuestas se intenta quebrar el estado de derecho.
“Se quieren apropiar, no expropiar. Esas tierras están correctamente explotadas. No debemos avasallar”, puntualizó el colorado.
A FAVOR. El diputado por el Frente Guasu, Ramón Duarte, defendió la expropiación de las tierras de Favero y aseguró que se trata de algo fundamental para el desarrollo del país.
Indicó que es darle la posibilidad a la gente que viva dignamente. “Al rechazar estamos habilitando la injusticia”, enfatizó. Ríos, por su lado, mencionó que está en juego el proyecto país que promueve cada sector político.
Lamentó que cada vez que se plantea una expropiación a favor de los campesinos, “siempre hay excusas para su aprobación”. Añadió que el mensaje que se da con este tipo de posturas es que “cuando a un señor feudal se lo cuestiona, los vasallos tenemos que correr a defenderle”.
El proyecto vuelve a la Cámara de Senadores para su reconsideración.
En esta Cámara impulsó el proyecto el FG con apoyo de la disidencia colorada.
