Estos son algunos de los principales problemas identificados en el trabajo elaborado por José Luis Cartes, director ejecutivo de Guyra Paraguay, y Alberto Yanosky, investigador de Pronii-Conacyt, publicado en la Revista de Ciencias Ambientales.
Entre las áreas protegidas que se perdieron figuran: Cerro Sarambi, Bella Vista, Bosque Protector Yacu’i, Estero Milagro, Guayaki, Saltos del Guairá, serranía San Joaquín, arroyo Blanco, Bosques Nativos Paso Kurusu y Fortín Zalazar.
Gran parte de las pérdidas de tierras se debieron a desórdenes legales, venta a propietarios privados, ocupaciones campesinas o reclamos por parte de comunidades indígenas, según el informe.
Se describe que varias áreas fueron creadas sin criterio técnico, mal ajustadas a la realidad socioambiental del área, y sus tierras no están aseguradas ni registradas en el registro público de la propiedad como áreas protegidas.
“Esto facilita que el mismo Estado, que promueve la creación y el mantenimiento de áreas protegidas, también venda fracciones de áreas en el sistema de reforma agraria a través de su Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), en abierta contradicción con la Ley N° 352/94 que establece que todas las propiedades del dominio público que se declararán como áreas protegidas se transfieren sin costo alguno”.
TRANSFORMACIÓN. Un aspecto preocupante que se destaca en el informe es la fuerte tendencia a convertir los parques nacionales en reservas de recursos.
“Las reservas manejadas pueden contener muchas granjas privadas y permiten otros usos hasta el 50%. Aunque esto puede mantener la cobertura general en términos de la superficie de las áreas protegidas, la innegable implicación de posiblemente perder el 50% de su cubierta natural es motivo de preocupación”.
Como recomendación se señala necesario que Sinasip, dependiente del Ministerio de Ambiente, esté debidamente institucionalizado, creando un Fondo de Áreas Protegidas y un Consejo Nacional.