Al inaugurar su última exposición denominada Aurora, –conformada por pinturas y esculturas de gallos y caballos– el destacado artista Juan Pablo Pistilli invitó al público a adentrarse y “a viajar” dentro de su Galería Taller Pistilli, un lugar donde compartió muchos momentos con su padre, el también escultor Hugo Pistilli (1940-2006), de quien guarda gratos recuerdos.
“De la exposición me encantaría que aprecien desde los movimientos hasta los sentimientos que transmito a través de los gallos y los caballos, como gritos que se hacen eco con movimientos retorcidos, como vaticinio de algo que vendrá, como esa expectativa de esperanza, pero también de incertidumbre”, señala Juanpi Pistilli en su atelier, ubicado en el barrio Trinidad de Asunción, sobre la avenida Sacramento 3215 casi Primer Presidente.
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Allí, diariamente de 8.00 a 18.00 aproximadamente, Pistilli y su equipo emprenden las tareas de escultura y pintura. “Que esta muestra haya sido en la Galería para mí es muy especial. Aprovechamos la inauguración para habilitar algunas reformas y abrimos completamente al público, desde la galería hasta mi taller y mi cuarto”, expresa.
Un lugar especial
Para el artista su espacio de trabajo, en donde además reside, es muy especial porque allí su padre también forjó su extraordinaria y recordada carrera artística. Todavía conserva objetos artísticos elaborados por quien fuera considerado el poeta del metal.
“Uno de los lugares que más me gusta es donde está ubicado mi cuarto, que era su estudio y es el lugar donde tiene mejor luz natural; allí elaboro casi todos los dibujos. Ahí también compartía mucho con mi papá, desde tomar un café hasta estar dibujando con él, tener charlas o escuchar sus consejos. En cada rincón siempre lo tengo presente. Por eso me gusta tanto estar en todo el taller, pero donde está mi cuarto es el lugar donde lo tengo más presente”, rememora.
Los inicios
Juan Pablo se inició en las artes desde muy pequeño, luego tuvo una pausa durante la juventud. “Desde chico me gustó materializar formas, desde mis juguetes, los cuales los hacía con él en el taller; modelar arcilla, dibujar con crayolas. Siempre me gustó todo lo que tiene que ver con la expresión manual. En la adolescencia me alejé un poco de todo eso, y bueno, cuando estuve para el ingreso de la Facultad de Arquitectura empecé otra vez a desarrollar mi obra, y se volvió una necesidad. Aparte de esto, creo que fue el momento específico en que me di cuenta que quería seguir sus pasos, aprender y seguir aprendiendo, y en eso estoy. Sigo aprendiendo y expresando lo que siento”, sostiene.
De su padre rescata mucho de lo aprendido sobre arte. “Recuerdo, sobre todo, la libertad con que me fue enseñando y cómo no me daba cuenta de todo lo que estaba aprendiendo y sigo aprendiendo, igualmente con su ausencia. Es un privilegio que siempre voy a mencionar con orgullo y mucho cariño”, señala.
Hoy el objetivo de Pistilli es abrir esta galería a sus pares nacionales e internacionales, para que puedan exponer sus obras. “La idea es descentralizar el movimiento cultural del centro y Villa Morra, contar con un espacio que luego de esta muestra abrirá las puertas a otra exposición, y, según se vayan confirmando y agendando, a otras más. Queremos empezar a partir de ahora a generar actividades a lo largo del año”, finaliza.