14 dic. 2025

Delfines regulan cada latido de su corazón mientras bucean, según estudio

Un investigador de la española Fundación Oceanogràfic descubrió que los delfines regulan cada latido del corazón mientras bucean porque adaptaron su función cardiaca para ajustar el flujo sanguíneo a la inmersión y cambiarlo sobre la marcha para equilibrar la demanda de oxígeno.

Delfin.jpg

Los delfines poseen una insólita capacidad de controlar el ritmo cardiaco a voluntad.

Foto: Pixabay

Según fuentes del Oceanogràfic, por primera vez se obtuvieron, con una práctica no invasiva, datos con ecografías del tórax gracias a la colaboración voluntaria de once delfines.

La investigación, publicada en Scientific Reports, de Nature, rebate la teoría de la “respuesta automática de buceo” descrita por el biólogo marino Per Scholander hace casi un siglo.

La existencia de esta reacción fisiológica al buceo -apodada por Scholander “interruptor maestro de la vida"- se considera la solución al misterio de cómo delfines, focas y ballenas soportan sus largas inmersiones en apnea, y se acepta casi como un dogma.

No obstante, investigadores de la Fundación Oceanogràfic, en la localidad española de Valencia, cuestionan ahora su validez, y proponen una alternativa al negar que exista una reacción específica del organismo al buceo, una respuesta fisiológica como tal que se desencadena al comenzar la inmersión.

Lea más: “Avistan delfines lisos por primera vez en el estrecho de Magallanes”

Por el contrario, afirman que los delfines poseen una “insólita capacidad de controlar el ritmo cardiaco a voluntad, igual que los humanos controlan la respiración o el parpadeo” y esta “podría ser la adaptación evolutiva clave para favorecer el buceo”.

“Nuestros datos muestran que los delfines modifican voluntariamente el ritmo cardiaco y la cantidad de sangre bombeada en cada latido”, explica Andreas Fahlman, autor principal del estudio, realizado junto a la organización Dolphin Quest, en Hawaii, y el Instituto de Investigación Sanitaria la Fe, en Valencia.

Este mecanismo “les permitiría ajustar el flujo sanguíneo a la inmersión, que planean realizar desde el principio, y hacer cambios sobre la marcha, si hace falta. Esta sería la adaptación evolutiva que les ayuda a equilibrar la demanda de oxígeno con su disponibilidad”, señala Fahlman.

Lo que propone el nuevo trabajo es que la ralentización del ritmo cardiaco atribuida a la “respuesta de buceo” es, en realidad, el latido más lento entre inspiraciones que cabe esperar en delfines que acoplan el latido del corazón con la respiración.

“La respuesta de buceo no existe como tal, sino que es una extensión de la arritmia sinusal respiratoria, especialmente acusada en delfines”, dice Fahlman.

Los investigadores llegaron a esa conclusión cuando, para estudiar la “respuesta de buceo” en delfines, intentaron sustraer el efecto de la arritmia sinusal respiratoria.

Nota relacionada: “Los delfines entienden el papel de sus compañeros en tareas de cooperación”

Al eliminar de sus medidas los cambios en la función cardiaca que creían atribuibles a la arritmia sinusal, observaron que apenas quedaban cambios que medir.

Sus datos sugieren que, además, los delfines pueden ajustar voluntariamente el ritmo cardiaco y la cantidad de sangre, que bombea el corazón en cada latido, para controlar de manera muy fina la cantidad de sangre total que llega a los pulmones.

Según las fuentes, los autores “son conscientes de que su propuesta es controvertida, pero es la que mejor encaja -mantienen- con la nueva información sobre el funcionamiento del corazón de los delfines, que ahora aporta su estudio”.

Para hacer este trabajo se realizaron ecografías del tórax de 11 delfines, para estudiar su corazón antes, durante y después de una apnea voluntaria en superficie y en reposo.

Como escriben los investigadores en Scientific Reports, “son las primeras medidas voluntarias y no invasivas” de parámetros relativos a la función cardiaca en delfines.

Además, se contaron con los datos aportados por Stefan Miedler, que es un cardiólogo veterinario que puede medir la frecuencia cardiaca y el volumen de sangre que se envía al corazón en cada impulso, gracias al uso de la ecocardiografía.

Más contenido de esta sección
El proyecto Felinos del Buen Pastor culminó con el rescate de 41 gatos tras el cierre definitivo del ex Centro Penitenciario para Mujeres Casa del Buen Pastor. Todos los animales fueron castrados, garantizando su bienestar y control poblacional.
Una serpiente coral, una de las especies más venenosas del país, apareció en el patio de una vivienda del barrio Santa María de la ciudad de Concepción causando gran susto a los habitantes de la casa y a los vecinos.
En el marco de una de las fechas conmemorativas del Día del Gato, la Parroquia San Juan Bautista de Santa Fe, Argentina, ofreció por primera vez una ceremonia religiosa comunitaria para bendecir solamente a las mascotas felinas. Logró una importante convocatoria.
Un cachorro de puma, que fue rescatado en Katueté, del Departamento de Canindeyú, recibe ahora atención en el Hospital Faunístico de Hernandarias, de Alto Paraná.
La ballena boreal es uno de los mamíferos más grandes y longevos del mundo, con una esperanza de vida que podría superar incluso los 200 años, ¿por qué? Un equipo científico internacional apunta que esta notable longevidad podría deberse a una mayor capacidad para reparar mutaciones en el ADN.
El primer lince ibérico (Lynx pardinus) calificado como leucístico debido a su pelaje blanco, con manchas y rayas oscuras —por lo que no es albino—, fue captado en su hábitat por la cámara de un joven fotógrafo en España.