La granja de la pareja fue el escenario para el cumpleaños - casamiento, donde estuvieron acompañados por sus grupos de amigos, compañeros de trabajo y familiares.
Al llegar, los invitados compartían buena música en vivo y tragos. En un momento dado, Fermín pidió la palabra y agradeció a todos los presentes. Seguidamente convocó a su pareja, Laura Quintana, de profesión educadora, y le pidió que sea su esposa.
La mujer muy emocionada aceptó la propuesta ante la ovación de los invitados.
El precavido hombre, ya tenía como invitado al oficial del Registro Civil y su cuñada ya contaba con un vestido de novia que lo había traído de San Lorenzo.
Estaba todo listo para que se realizara la boda. Y fue así, como este casamiento se coronó de emociones y lágrimas.
Del plan solo estaban al tanto la pareja y la cuñada. Los invitados fueron sorprendidos gratamente por el gesto de los recién casados.
“Solo nosotros sabíamos del plan, ni siquiera mis padres estaban enterados”, comentó la novia.
Por su parte, Fermín señaló que hace rato estaba el plan de casamiento, pero que esta vez idearon ya que cumplía 50 años de vida.
“Hace rato estaba en el plan, pero ahora, por suerte, salió todo bien”, remarcó el cumpleañero y flamante esposo.