“Cada provincia tiene la libertad de hacer lo que considere correcto y si consideran esto, bienvenido sea. Nosotros no nos metemos en ese tipo de decisiones, damos una opinión casi técnica”, explicó este jueves el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en su habitual rueda de prensa en la Casa Rosada (sede del Gobierno argentino).
El vocero presidencial agregó que se trata de “decisiones provinciales” que no preocupan al Gobierno nacional, aunque estas monedas “jamás van a ser rescatadas” por este.
“Entiendo que las provincias o la gran mayoría de ellas entienden algo tan básico como que no se puede gastar más de lo que se tiene y están ajustando sus cuentas para que esto sea así”, resaltó Adorni, quien insistió en que “si hay un efecto contagio o no”, no dependerá del caso particular de La Rioja, sino “por la actitud frente al gasto público de cada una de las provincias”.
BOCADE. Los legisladores de La Rioja aprobaron este miércoles la creación de una herramienta financiera propia o cuasimoneda, un fenómeno que fue habitual en el país tras la crisis financiera de 2001, para pagar parte de los salarios de los empleados estatales.
La idea fue propuesta por el gobernador provincial, el peronista Ricardo Quintela.
La cuasimoneda riojana será un bono de cancelación de deuda (Bocade), con el que la provincia cubrirá una parte de los sueldos de los empleados públicos.
La creación de los Bocade, que han sido bautizados con el nombre El Chacho, en homenaje al caudillo y militar riojano Ángel Vicente Peñaloza, ha sido aprobada por valor de 15.000 millones de pesos argentinos (18,32 millones de dólares).
“Nos obligan a esto por la velocidad y el salvajismo del ajuste que se precipitó en veinte días”, dijo Quintela, refiriéndose a los últimos paquetes de medidas anunciados por el Ejecutivo. Las cuasimonedas fueron habituales en Argentina tras la crisis económica, social y política de 2001, pero en 2003 salieron de circulación progresivamente. Ahora reflotan en medio de las medidas.