La intención de modernizar y actualizar artículos de la Ley de Maquila, con el fin de adecuar un incentivo fiscal antes destinado solo a maquiladoras de bienes y extenderlo también a las de servicios, representa un gran paso para potenciar esta vertiente, especialmente con foco en el empleo calificado para jóvenes, a criterio de Carina Daher, presidenta de la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay (Cemap). “A nuestro entender, lo que ha socializado el Poder Ejecutivo no es la creación de una nueva modalidad, sino actualizar ciertos artículos”, refiere al tiempo de mencionar que desde Cemap se apoya toda mejora normativa.
Daher considera clave –dentro del estudio del articulado que vaya a tener la nueva normativa– la agilización y adaptación de los procesos de aprobación de programas de servicios a sus particularidades; además de impulsar la formación técnica y digital de jóvenes, mediante alianzas con universidades y centros de capacitación.
“Actualizar el marco normativo para reflejar las realidades del trabajo con servicios intangibles: Propiedad intelectual, exportaciones digitales, modelos híbridos y contratación internacional; y garantizar previsibilidad jurídica y tributaria para atraer inversiones en entornos de innovación son también fundamentales”, destacó.
La directiva puntualizó que la maquila –tanto de bienes como de servicios– no es una promesa futura ni una simple apuesta a lo que podría ser; sino una realidad concreta, en expansión, que ya está generando resultados tangibles, como empleo formal, atracción de inversiones y valor agregado nacional.
“Con el respaldo de un marco normativo moderno y competitivo, puede convertirse en uno de los principales motores del desarrollo económico sostenible del Paraguay, especialmente para las nuevas generaciones”, anticipa Daher.
El proyecto del Ejecutivo deberá fortalecer al régimen de maquila y partir del reconocimiento de su creciente aporte al desarrollo productivo del país, tal como lo consigna. En ese sentido, una normativa modernizada y estratégica debería contemplar la simplificación y desburocratización de procesos administrativos, para garantizar mayor agilidad y previsibilidad a las inversiones.
“También deberá contar con políticas públicas específicas para el régimen de maquila, acordes al peso que representa en la generación de empleo formal, valor agregado y exportaciones industriales; además de infraestructura de calidad que acompañe el crecimiento del sector en lo logístico, energético y digital, facilitando el movimiento eficiente de materias primas e insumos, así como de productos terminados”, asegura.
Sumado a lo anterior, convendrá una alineación con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo, especialmente en lo relativo a innovación, empleabilidad y descentralización industrial, y también el fortalecimiento logístico integral, con énfasis en parques industriales, puertos, rutas etc.
“Una de las fortalezas más destacadas del régimen de maquila en Paraguay es que no estamos encasillados en un único rubro, como ocurre en otros países donde este modelo se concentra en sectores específicos. Por el contrario, la versatilidad y la calidad de la mano de obra paraguaya nos ha permitido atraer una amplia diversidad de inversiones, demostrando una notable capacidad de adaptación a distintos tipos de procesos productivos y de servicios”, destaca Daher.