En agosto del año pasado esta calificadora ya había elevado a triple AAA la calificación de la represa hidroeléctrica.
Según la propia binacional, la calificación de Itaipú refleja el fuerte vínculo entre su perfil crediticio y el de la República Federativa de Brasil, que compra alrededor del 80% de la energía generada por la empresa y que históricamente financió o garantizo la mayor parte de su deuda.
La binacional se beneficia así de la gran previsibilidad de su flujo de caja, derivada de su tratado constitutivo, firmado entre Brasil y la República del Paraguay, sin exposición al riesgo hidrológico.
Las condiciones comerciales de energía de Itaipú pueden revisarse en el corto plazo, pero el escenario base de Fitch no considera cambios que puedan afectar materialmente su perfil crediticio, de acuerdo con el informe.
Entre los principales fundamentos para la calificación, se encuentra el fuerte vínculo de la binacional con Brasil, aunque Paraguay es más dependiente de su energía, según el reporte. La planta abastece alrededor del 10% de la demanda energética de Brasil y el 88% de la de Paraguay.
control. Los dos países comparten el control indirecto de la empresa, a través de la estatal Empresa Brasileira de Participações em Energia Nuclear e Binacional (ENBPar) y la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), pero se espera que Brasil consuma alrededor del 80% de la energía generada en los próximos años.
Las deudas garantizadas por Brasil fueron saldadas en abril de 2024, con la consiguiente liberación de USD 234 millones en depósitos de garantía.
También impera su alta previsibilidad, desde el punto de vista del perfil crediticio de Itaipú, que se beneficia del tratado firmado entre Brasil y Paraguay, el cual garantiza la contratación de potencia disponible (actualmente 12,1 GW) por período indefinido y prevé la definición anual de una tarifa que respalde los gastos operativos, las inversiones y el servicio de la deuda y desembolsos discrecionales. Itaipú no distribuye dividendos e incorpora a la tarifa regalías y recursos destinados a los accionistas controladores (gastos administrativos y rentas de capital).
Los desajustes en el flujo de caja también pueden compensarse el año siguiente. La empresa no enfrenta riesgos hidrológicos, según Fitch.