Informes del Banco Central dan señales de buenas perspectivas económicas para el presente año luego del cierre del primer semestre. Las previsiones de crecimiento del producto interno bruto son relativamente buenas, manteniéndose las estimaciones realizadas el año pasado de un 4,3%. La inflación se proyectó en 4,0% y se prevé que se mantenga en ese nivel. Si el PIB tiene efectos en el empleo y la inflación se mantiene baja, especialmente la de alimentos, se podría prever un año relativamente bueno para los hogares paraguayos.
El Banco Central del Paraguay publicó el Informe de Política Monetaria correspondiente a junio de 2024, dando a conocer sus pronósticos revisados sobre el crecimiento del PIB y el nivel de inflación para el cierre del presente año.
La banca matriz mantuvo sus cálculos de crecimiento económico e inflación, pero volvió a realizar importantes ajustes sectoriales que diluyen el escenario inicial que había sido pronosticado por las autoridades económicas, de un crecimiento homogéneo en 2024 con todos los sectores creciendo a ritmos similares. El primer caído había sido el sector primario, con un recorte en sus estimaciones, y ahora se sumó el secundario, que pasó de una estimación de crecimiento de 4% a solamente 2,5%, con un notorio ajuste.
Este cambio tiene relación con el desempeño de la generación de energía eléctrica y la dinámica de la construcción. La reducción del caudal hídrico del Rio Paraná afectará negativamente a la generación de energía eléctrica. En el 2023 se registró una recuperación importante de los niveles de generación de energía eléctrica; no obstante, la afectación de factores climáticos, principalmente sequía en la zona de la cuenca del Paraná, redujo el caudal. Por otro lado, las construcciones mostrarán una baja sustancial, lo que impactará en la reducción del PIB. El ajuste al alza del sector terciario contrarresta en parte los resultados anteriores. El BCP mejoró las estimaciones para el comercio, los servicios y la manufactura, que se erigen como los principales motores del crecimiento económico proyectado para el 2024.
Las autoridades del Banco Central se mostraron optimistas debido a las proyecciones ya que la mayor parte de las correcciones al alza se realizaron en sectores que están relacionados con la generación de empleo y que emplean mucha mano de obra. Por esta razón esperan un efecto derrame en los ingresos de los hogares.
La inflación del mes de junio del año 2024, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), fue del -0,4%, inferior a la variación del -0,3% observada en el mismo mes del año anterior. Con este resultado, la inflación acumulada en el año asciende al 2,8%. La inflación interanual, por su parte, se ubicó en 4,3%, resultado menor a la tasa del 4,4% registrada en mayo, pero superior a la tasa del 4,2% registrada en el mismo periodo del año anterior.
La inflación de junio estuvo caracterizada por reducciones de precios en varios componentes de la agrupación de alimentos explicadas, en parte, por el inicio de un proceso de normalización de los precios de ciertos bienes que habían registrado subas importantes en los últimos meses debido a restricciones de oferta y, en meses recientes, también a choques climáticos. Sin embargo, tanto los servicios como los bienes durables de la canasta observaron incrementos de precios atenuando, en parte, las disminuciones señaladas.
La autoridad monetaria asume que de mantenerse la tendencia del IPC, la meta de inflación del 4% se mantendrá por lo que se espera que la capacidad adquisitiva de los ingresos no caiga tanto. Paralelamente se supone un buen resultado en el producto lo que supone mejoras en los niveles de empleo y de ingresos laborales.
De cumplirse estos resultados auspiciosos, el año 2024 dará un alivio económico a varios años de caídas en los ingresos laborales y persistencia de altos niveles de precariedad laboral, lo que afecta de manera directa a la calidad de vida de las familias. Si bien es poco ambicioso esperar que los ingresos reales se mantengan sin otros cambios estructurales, el solo hecho de que no empeore la situación es una buena noticia.
De todos modos, el Gobierno no puede quedarse con estos resultados. Un mayor bienestar depende de mejoras sustanciales en la calidad del empleo, por lo que se espera que el gobierno haga un esfuerzo en mejorar este crucial aspecto de la vida en nuestro país.