Además, la estrategia apoyará a que el país se convierta en un modelo de crecimiento económico sostenible e impulsado por el sector privado, que beneficie a toda la población y contribuya a enfrentar desafíos globales.
El BID, cuyo representante en el país es Alonso Chaverri Suárez, aprobó su Estrategia País 2025-2029 con Paraguay, elaborada en el marco de la estrategia institucional BID Impact +, y diseñada para apoyar al país en su transformación hacia un modelo de crecimiento económico sostenible, inclusivo y liderado por el sector privado. Esta estrategia refleja el compromiso del BID con el desarrollo social y económico de Paraguay y su potencial para aportar soluciones ante los desafíos globales.
La Estrategia de País se estructura en tres pilares fundamentales que responden a las prioridades identificadas en conjunto con el Gobierno paraguayo. El primero es Paraguay Verde, que se centrará en ampliar la cobertura de los servicios de saneamiento y fortalecer la gestión de los recursos hídricos, además de promover la eficiencia energética y diversificar la matriz energética hacia fuentes más limpias y sostenibles.
El segundo eje, Paraguay Productivo, apuntará a mejorar el ambiente de negocios y fomentar la inversión privada, además de fortalecer la infraestructura de transporte y comercio, impulsando la integración regional.
Paraguay Humano, el tercer pilar, tiene como metas expandir el acceso al sistema de salud y reducir el déficit de viviendas sostenibles, además de fomentar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones.
Además, la estrategia incluye dos áreas transversales, de acuerdo con el organismo multilateral: El fortalecimiento institucional, para mejorar la eficiencia y la transparencia en el sector público mediante el uso de herramientas tecnológicas y el fortalecimiento de la convergencia fiscal; y la promoción de la inclusión e igualdad oportunidades para poblaciones vulnerables, para promover el acceso a servicios básicos y la participación en el mercado laboral de mujeres, personas con discapacidades y comunidades indígenas.
Su implementación se llevará a cabo mediante una estrecha coordinación entre el BID, que trabaja con el sector público; BID Invest, que trabaja con el sector privado; y BID Lab, que es el brazo de innovación y venture capital, maximizando las sinergias público-privadas para crear un entorno normativo e institucional que fomente la inversión privada y el desarrollo inclusivo.