Bachi plagió ese proyecto y lo dirigió a la liberal Celeste Amarilla, una vez más, reafirmando su fijación con la diputada a quien menciona casi en todos sus discursos.
Por su parte, Rojas alegó que sus expresiones solo tenían un sentido jocoso. Mientras que el presidente de la ANR, Pedro Alliana, se llamó a silencio, ni siquiera puso atención en la sesión, incluso se le pasó votar en algunos proyectos. Esto pese a que hasta sus correligionarios, como el caso de Roberto González, pidieron que se pronuncie, para desmarcar a los colorados del escándalo.
Kattya calificó a Nazario como ladrón confeso, que hizo apología al delito, y aclaró que no se lo puede cubrir con un intento de juzgar dos veces a Celeste por el mismo hecho.
La liberal reafirmó todos los dichos que se repudiaban en el proyecto. Además, denunció que Bachi pidió dinero para votar por una ley de contrataciones públicas. “Acá hay colegas que han llegado con plata sucia, involucrados con el narcotráfico, que venden sus votos. Apenas el miércoles pasado el líder de una poderosa bancada ha solicitado dinero para votar”, expresó.
Ofuscada, ironizó sobre todas las acusaciones en su contra. “Compré mi banca por USD 180.000, ahora voy a comprar por 300.000, y quemé el Congreso con el gordito ese. Échenme porque voy a tener el doble de votos, ridículos, quién no les conoce, 60 años de robar; no tiene (Bachi) un metro cuadrado de tierra que no sea municipal. Compró hasta el río”, dijo.