Los clanes familiares integrados por la familia Aranda Salinas (PLRA) y Vega (ANR), toman del pelo a la ciudadanía de Mariano Roque Alonso. La intendenta liberal, Carolina Aranda, y la Junta Municipal rindieron recientemente homenajes calificando de “dignos” representantes de la ciudad al diputado, que a la vez es esposo de la intendenta, Marcelo Salinas, y la diputada, Johanna Vega, hermana del concejal cartista, Julián Vega. Mientras los pomposos actos de autoalabanza forman parte de la actividad de estas autoridades, hay una ciudad detrás abandonada y cuyas calles están rotas y, según la asociación auditora ciudadana, es el fiel reflejo de la mala gestión de años.
Aranda, reelecta en 2021, asistió sonriente a la entrega de placa a su marido, el diputado Marcelo Salinas, quien también es vicepresidente segundo de la Cámara de Diputados tras el pacto con el cartismo. También lo hizo el concejal Vega, en la entrega de placa a Johanna, la joven diputada de Central originaria de la ciudad de Roque Alonso. El acto fue a pedido del concejal Delio Saldívar.
Si bien el costo de las placas no significarían una sangría importante a las arcas municipales, es sí el reflejo de la desconexión de las autoridades comunales con los vecinos a quiénes, en definitiva, deben el cargo y deben rendir cuentas con sus acciones.
El matrimonio Salinas Aranda, no solo concentra la administración sino, que también tiene al hermano de Aranda como concejal. Aún con toda la concentración de poder, el marido de la intendenta no fue el más votado en su ciudad para el cargo de diputado, pese a que el personal de la comuna estaba disuadido de votar a Salinas bajo la presunta amenaza de despido si no lo hicieren.
Del lado de Vega hay que señalar que el concejal, que lleva años en el cargo y últimamente es pieza clave para que Aranda consiga que pase cada minuta en la Junta, fue principal operador de su hermana, Johanna Vega, para que llegue al cargo. Vega ocupó el cargo de director de migraciones durante el gobierno de Mario Abdo Benítez y salió tras un acto bochornoso.
Estado. La ciudad, que da cabida año a año a la expoferia que lleva el nombre de la ciudad, está totalmente relegada, incluso, a ciudades contiguas, dado que sus calles de mayor circulación permanecen en la mayoría del año casi intransitables, como la calle Bernardino Caballero que está llena de pozos, aguas servidas y obras inconclusas (foto).
La ciudadanía aglutinada en la Auditoría Ciudadana de Mariano Roque Alonso, viene reclamando constantemente la falta de una auditoría a fondo del municipio que en realidad hoy es improbable que pase, puesto que la Junta está acallada y, salvo excepciones, sigue enteramente las órdenes de la jefa comunal y el intendente de facto, en el que se habría convertido Salinas.
Acto. La distinción especial no fue un acto fortuito, dado que todos los concejales dieron su apoyo y el largo protocolo lleno de halagos hacia los homenajeados, quiénes en la Cámara de Diputados llevan al mes la jugosa suma de G. 38 millones en concepto de varios rubros. El diputado Salinas se limitó a decir que su gestión va a ser “atropellar” en la Cámara para dotar de recursos a la ciudad para los proyectos emblemáticos.
38 millones de G. es el ingreso mensual de cada diputado que recibió distinción especial en MRA por la Junta.