El vehículo siniestrado en General Elizardo Aquino, Departamento de San Pedro, estaba al mando de Miguel Ojeda, quien, afortunadamente, no sufrió lesiones, ya que logró abandonar a tiempo el habitáculo, antes de que el fuego se propagara por completo.
Según el testimonio del propio conductor, el automóvil presentó un desperfecto eléctrico que derivó en un principio de incendio, el cual se propagó rápidamente por toda la carrocería.
A pesar del intento por contener las llamas, estas avanzaron con tal intensidad que redujeron el vehículo a cenizas en cuestión de minutos.
Además de la pérdida total del rodado, el afectado lamentó que varios documentos importantes que se encontraban en el interior del vehículo también fueron alcanzados por el fuego y quedaron completamente destruidos.
El hecho generó preocupación entre vecinos de la zona, quienes se acercaron al lugar, pero poco pudieron hacer debido a la magnitud del incendio y la falta de recursos para sofocarlo.
No se reportaron heridos ni daños a terceros.