Víctor Galeano
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Los centros de rehabilitación estatales no superan la decena y es imperiosa la necesidad de contrastar el elevado número de usuarios, que, según las propias autoridades, son más de 90.000 adictos solo en Central y Capital, frente a los 15 pacientes en promedio por centro de rehabilitación habilitados.
De todos los centros de rehabilitación con que cuenta el Estado, el Centro Nacional de Prevención y Tratamiento de Adicciones (Cenptra), es el más completo, según refiere el juez penal de la Adolescencia, Camilo Torres.
“Es un lugar cerrado donde hay médicos, psiquiatras, psicólogos y enfermeros, que trabajan interdisciplinariamente para que la persona realmente sea tratada y se vea la forma de superar su adicción”, precisó.
La persona se queda por 20 días o 30, dependiendo del caso, hasta lograr su desintoxicación total, “es decir, el cuerpo del paciente no recibe ninguna sustancia”.
“Como la persona va a sufrir el síndrome de abstinencia, ataques de ira y violencia tiene que ser un lugar con todas las condiciones para poder contener esa situación, no en cualquier lugar se puede atender a un adicto”, detalló.
Según el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, el Cenptra tiene una capacidad total de 45 personas, distribuidas en tres unidades de desintoxicación: 15 para adultos, 15 para jóvenes y 15 para adolescentes.
Un gran inconveniente que tiene el Cenptra, el centro más completo, es su limitación en capacidad, según sus autoridades, ya existen más de 60 personas en lista de espera para su ingreso.
DITRES. En enero de este año, el Gobierno habilitó el Centro Residencial de Deshabituación y Rehabilitación de Adicciones (Ditres), en la ciudad de Piribebuy. Este centro tiene una capacidad de 30 camas, pero actualmente solo se encuentran siendo asistidas diez personas en el lugar.
Sin embargo, el sitio cuenta con una carencia en el primer y principal proceso del tratamiento de rehabilitación, que es la etapa de desintoxicación del adicto, quien deberá pasar primeramente por el Cenptra para sobrellevar ese periodo para luego ser derivado al Ditres.
UTRA. Por su parte, el Ministerio de Justicia, a través del Plan Sumar, promueve además la habilitación de la Unidad de Tratamiento y Rehabilitación de Adicciones (UTRA), en el Centro Educativo de Itauguá.
Su objetivo es brindar un tratamiento integral a adolescentes en conflicto con la Ley Penal, con trastornos por el uso de sustancias (TUS). El espacio albergará a 31 pacientes.
Estos son algunos centros que tendrá el respaldo del Plan Sumar, que lucha contra la drogadicción.
Al respecto, el siquiatra Manuel Fresco, ex director del Cenptra, con toda la experiencia que acumuló sobre el tema, había celebrado que los recursos obtenidos de bienes comisados del crimen organizado se inviertan en dicho plan.
“Hay que pensar en Senabico como punto de partida. Pero tanta plata no va a haber todo el tiempo, entonces, eso que se gastó hay que incorporar al Presupuesto Nacional para que no haya esos déficits de que cuando hay plata, funciona y cuando se termina la plata de los narcos, no”, refirió.
Autoridades admiten que el mayor obstáculo es la falta de centros de rehabilitación. Óscar Campuzano, viceministro de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior y coordinador del Plan Sumar, dijo que los centros de rehabilitación están saturados y que el Estado, por sí solo, no puede dar una respuesta integral. “Se necesita un trabajo conjunto de la fuerza pública, de los centros de rehabilitación, del MEC y las familias”, señaló.